# Roleplay. ─── Lewd • Sobrenatural • Drama.
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AyatoSakamaki · 22-25, M
[code]Si bien, el muchacho estaba absorto en sus pensamientos, se había percatado de un par de huellas que se aproximaban al barandal. Echó una mirada alrededor, pese a la densa oscuridad, él se sentía cómodo. Avanzó un par de metros siguiendo las pequeñas huellas, y llegó al cerco de madera que resguardaba a los visitantes curiosos de una dolorosa caída; fue ahí donde desaparecieron las pisadas, como si aquella criatura hubiese saltado. Intentó no apoyar sus manos sobre el barandal de madera, no quería arruinar más la escena del crimen, que pese a sus esfuerzos, ya otros visitantes y los mismos policías se habían encargado.
Escuchó el graznido de los cuervos, lo que no debía ser raro en Japón, pero no dejaba de ser un mal presagio. Por unos instantes su mirada se vio atraída por la dirección de donde venía el ruidajo, solo para hallar una pequeña silueta del otro lado del mirador. No le dio importancia y continuó con sus pensamientos.
─ ¿Cómo podré hallar a estos animales? ─pensó para sí mismo, mientras la brisa feroz llenaba su rostro de agua salina en mezcolanza con la lluvia. El mar lucía bravo, era una clásica noche de espanto, como esas que transmitían en la televisión.
Sintió como si algo o alguien le mirase, una sensación difícil de explicar. No, no se trataba de algo amenazante, pero algo le advertía que debía considerar estar alerta. Sin embargo, su vista solo le permitía divisar la misma silueta delgada. No perdía nada con aproximarse.
Tras unos instantes, el chico se dirigió hacia aquella persona que se divisaba no muy lejos. Una vez que sus pasos habían acortado la suficiente distancia, el pelirrojo cuestionó.
─ Disculpe, ¿se encuentra bien? ─su voz era seria, y aunque resguardaba sus manos dentro del abrigo café que le resguardaba de la lluvia, estaba alerta.[/code]
AyatoSakamaki · 22-25, M
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Se había acordado como lo que los humanos llaman "pacto de caballeros". Los vampiros regentes de ciertas zonas, no se inmiscuirían en los territorios aledaños en los que no eran bienvenidos. No cazarían lejos de sus áreas habituales, establecidas y supervisadas por los regentes.
Tokyo estaba dividido en 4 regiones, de las cuales los Sakamaki tenían por territorio: Setagaya, Shibuya, Minato, Meguro, Shinagawa y Ota.
¿Qué sucedía si un vampiro no correspondiente a la zona, o no le habían permitido cazar en dicha zona era sorprendido? Los regentes podrían impugnarle un castigo, que podría constar desde un regaño, hasta la muerte; todo dependería del carácter del regente.
Esa noche hacía frío, los humanos que caminaban las concurridas calles de Ota lo demostraban, específicamente en el distrito de Omori.[/code]
[code]Ayato, que era uno de los hermanos medianos de la familia Sakamaki, se encontraba caminando por las calles del distrito de Omori. Llovía muy suave, pequeñas gotas casi imperceptibles que se estrellaban contra el abrigo café que llevaba puesto.
Después de un par de minutos de caminata, llegó a un pequeño pero acogedor motel de corte clásico. En su interior se dirigió a una habitación donde un hombre de mediana edad le esperaba. Aquel hombre le contó acerca asesinatos que se habían dado en la zona; sangre drenada y víctimas abandonadas en el camino.
Después de una o dos horas, tanto Ayato como el hombre salieron del motel, se fueron en diferentes direcciones sin voltear a ver.
El pelirrojo se dirigió a un mirador cercano, donde se había hallado dos días atrás el primer cadáver, estaba claro que ya no había nada que el ojo humano pudiera distinguir, pero quizás uno sobrenatural sí.
Una vez en el sitio turístico, Ayato comenzó a indagar sin mucho resultado. Estaba claro que dichos ataques habían sido realizados por uno o más vampiros; el primer cadáver pertenecía a una mujer, quien recibió más de cuatro mordidas, lo que indicaba varias posibilidades: el vampiro estaba desesperado, ella forcejeaba mucho o eran varios atacantes. Posibilidades que no servirían de nada sin los documentos que claramente la policía no le brindaría. Debía encontrar alguna pista, algo que le condujese a los que habían mancillado su territorio.[/code]
Se había acordado como lo que los humanos llaman "pacto de caballeros". Los vampiros regentes de ciertas zonas, no se inmiscuirían en los territorios aledaños en los que no eran bienvenidos. No cazarían lejos de sus áreas habituales, establecidas y supervisadas por los regentes.
Tokyo estaba dividido en 4 regiones, de las cuales los Sakamaki tenían por territorio: Setagaya, Shibuya, Minato, Meguro, Shinagawa y Ota.
¿Qué sucedía si un vampiro no correspondiente a la zona, o no le habían permitido cazar en dicha zona era sorprendido? Los regentes podrían impugnarle un castigo, que podría constar desde un regaño, hasta la muerte; todo dependería del carácter del regente.
Esa noche hacía frío, los humanos que caminaban las concurridas calles de Ota lo demostraban, específicamente en el distrito de Omori.[/code]
[code]Ayato, que era uno de los hermanos medianos de la familia Sakamaki, se encontraba caminando por las calles del distrito de Omori. Llovía muy suave, pequeñas gotas casi imperceptibles que se estrellaban contra el abrigo café que llevaba puesto.
Después de un par de minutos de caminata, llegó a un pequeño pero acogedor motel de corte clásico. En su interior se dirigió a una habitación donde un hombre de mediana edad le esperaba. Aquel hombre le contó acerca asesinatos que se habían dado en la zona; sangre drenada y víctimas abandonadas en el camino.
Después de una o dos horas, tanto Ayato como el hombre salieron del motel, se fueron en diferentes direcciones sin voltear a ver.
El pelirrojo se dirigió a un mirador cercano, donde se había hallado dos días atrás el primer cadáver, estaba claro que ya no había nada que el ojo humano pudiera distinguir, pero quizás uno sobrenatural sí.
Una vez en el sitio turístico, Ayato comenzó a indagar sin mucho resultado. Estaba claro que dichos ataques habían sido realizados por uno o más vampiros; el primer cadáver pertenecía a una mujer, quien recibió más de cuatro mordidas, lo que indicaba varias posibilidades: el vampiro estaba desesperado, ella forcejeaba mucho o eran varios atacantes. Posibilidades que no servirían de nada sin los documentos que claramente la policía no le brindaría. Debía encontrar alguna pista, algo que le condujese a los que habían mancillado su territorio.[/code]
PortgaDAce · 26-30, M
PortgaDAce thinks you are Mysterious.
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