— Aún así deseo hacerlo, no importa que la daría incluso por ti, ya te dije.... Jamás rehuiré de mis propias palabras — Ella no dudaba de sus propias palabras ni de sus propias capacidades, siempre estaría dispuesta a hacer lo que ella creía correcto.

— Es una promesa que jamás pienso romper.

—Gobernando enteramente y no dando la vida por nadie.

—Dijo manteniendo su mirada fija en ella, debido a sus palabras pudo entender que la Emperatriz estaría dispuesta a dar la vida por cualquiera de su súbditos —

-No podrías dar la vida por alguien que ya la dio por ti...

— ¿Otra forma? — Pregunto curiosa a la vez que alzaba su arma como si nada posando la misma sobre su hombro, no tardo en caminarse hacia el sin desviar la mirada de aquel rostro, se detuvo cuando estuvo a centímetros de este.

— ¿De qué forma?

—Llega ante ella haciendo una leve reverencia en forma de respeto ante la Emperatriz, mientras que en su diestra portaba su lanza de color negro y finos detalles en dorado—

-Hay otras formas de agradecerle mi señora.