Dairock. — La sorpresa era más que notable en la voz de Nathalie. Lo que menos esperaba aquella tarde era la visita de alguien más. Cómo dicen, las malas noticias viajan rápido.

Sin embargo sabía lo que se venía. No habían pasado ni un par de segundos cuando Lesz ya estaba detrás de él. — Leszek, ¿me ayudas a levantarme? Quiero cambiarme para que me lleves a casa, por favor. — Soltó para interrumpir a aquel par de dos y no dejar que las cosas fuesen más lejos. — Dai, gracias por los bombones y el peluche, es un lindo detalle. Amo los peluches, hice que Lesz me llenará un cuarto de ellos, este ira perfecto. Sin embargo debo irme ya a reposar.