Todo estaba sucediendo tan rápido que poco estaba comprendiendo de toda la situación. Por un lado tenia a su amigo, quien decía palabras amables para con ella, pero cuando le hablaba a Leszek... ¿Celos? ¿Quién se separó de mí por él? No estaba entendiendo nada, pero Dairock ahora parecía saber más de Leszek que ella misma.

Para cuando trataba de procesar todo aquello Leszek llevaba hacia la puerta a Dairock y ella no podía hacer más para interferir. Se sentía agotada y nadie ayudaba. Su primer amigo se había ido tan incómodo y este había llegado tan... Raro, como si quisiera provocar a Leszek y ¡Leszek! Quien siempre tenía tan poca paciencia... ¡Ah, al diablo! Ahora sólo quería irse a su casa y despejar su mente de todo y todos.

Sí, sí, tomo nota. Gracias, ahora, como escuchaste, por si no lo hiciste, ella quiere irse, así que "las visitas ya tienen sueño". Gracias, qué increíble tarjeta, obvio. Ahora... ¡Nos vemos! —En todo el rato que habló, se acercó a él y lo guio hasta la puerta de salida, lo despidió como lo haría con un niño y cerró la puerta.

"Clic" se escuchó el seguro en cuanto lo puso.— ¿Por qué la gente que te rodea es así de rara? —Al menos el episodio tan desagradable había terminado y él podría irse a casa con ella, necesitaba descansar... Todos lo necesitaban.—

¿Por un personaje como yo? Amigo, mírate, pareces sacado de una película del padrino. —Alzó una ceja, bastante confundido, pero en cuanto la voz de Nath lo llamó, no dudó en acercarse a ella y aunque era torpe para ser delicado, sus manos la auxiliaron con sutileza y firmeza, para que se pusiera en pie.

Otra vez iba con sus estupideces, ni si quiera entendía qué mierdas estaba diciendo.— ¿Perdón? ¿De qué pendejadas estás hablando? Eres tú quien llega gritando, sin tocar la puerta y con ese apes... —De pronto, como si una bombilla imaginaria se encendiera en su cerebro, abrió los ojos como quien acaba de tener la revelación del sentido del universo.— Estás mal... —Era un loco, tal cual, alguien desequilibrado mentalmente.

Intercaló la mirada con Nathalie y luego hacia el varón, ida y vuelta, ida y vuelta. Era obvio, no había otra respuesta más que esa a su comportamiento tan estúpido, así que actuaría con él como se debía.—

__ Y excelente, de todas maneras estaré en la ciudad un par de días o un tiempo, estaré atendiendo algunos negocios pero mira ten esto para que puedas comunicarte conmigo cuando quieras, no me gustaría perder contacto con mi gran amiga así chismoseamos como de niños hacíamos __

°☆•° Sacó del bolsillo de su smoking una tarjeta perfumada muy levemente para entregarsela, retomando su postura firme hasta estirar la vestimenta y corbata, sonreia con gentileza para con ella y luego observaba al padre de aquella criatura°☆•°

___ Cambia tu actitud, no lograrás me aleje de ella... Esta amistad no terminará por tus celos amigo... debes saber lo que tienes___

°☆•° Su sonrisa iba dirigida a su amiga, más al sentir aquellas palmadas en su hombro y voltear dando atension al sujeto noto los pétalos chocar con su rostro, más sólo sonrió llevando su diestra al hombro de aquel dejando Posada en ese lugar mientras su mirar era firme ante el contrario.

Dairock sonrió quitando uno de aquellos pétalos de su smoking; claro llevo ese mismo hasta un bolsillo del pantalon ajeno sonriendo°☆•°

__ O tan sólo venía a ver a mi querida amiga,pero mira un momento aquí tienes este pétalo para que puedas recordar que tu actitud ya es sobrante.... __

°☆•° acerco su tez un poco mas mirando hacia la espalda del contrario mientras sonreia°☆•°

__ Leszek, no? Bueno no importa... Yo no soy como otros que se separará de su amiga por un personaje como tu...__

°☆•° Al terminar a Alejo para mirar a su querida amiga y sonreirle juntando sus manos una de otra tan amigable como era posible para con ella°☆•°

__ Como olvidar tu encanto por estos peluches, y exce

Dairock. — La sorpresa era más que notable en la voz de Nathalie. Lo que menos esperaba aquella tarde era la visita de alguien más. Cómo dicen, las malas noticias viajan rápido.

Sin embargo sabía lo que se venía. No habían pasado ni un par de segundos cuando Lesz ya estaba detrás de él. — Leszek, ¿me ayudas a levantarme? Quiero cambiarme para que me lleves a casa, por favor. — Soltó para interrumpir a aquel par de dos y no dejar que las cosas fuesen más lejos. — Dai, gracias por los bombones y el peluche, es un lindo detalle. Amo los peluches, hice que Lesz me llenará un cuarto de ellos, este ira perfecto. Sin embargo debo irme ya a reposar.

—Si bien iba a terminar por tirar el resto del ramo y lo que tenía en la boca, la puerta se abrió intempestivamente otra vez... ¿Ahora qué mierda? No era ninguna enfermera y lo supo cuando el terrible aroma a demasiada colonia chocó con su sensible nariz, casi tuvo un arranque de tos.

Sus brillantes ojos detallaron cómo el extraño iba caminando hasta Nathalie. Sonrió con la boca llena de pétalos antes de acercarse al trajeado. Le dio dos toques en el hombro antes de escupirle las flores en la cara y así poder hablar.— Oye, maleducado, ¿no sabes tocar o solo sabes gritar como un idiota en el hospital? —Alzó las cejas en señal de incógnita.—

°☆•° Aquel hombre había enterado su querida amiga la habían internado en el hospital central, Dairock no votó oportunidad pues cerca de la zona estaba, había regresado de viaje y un amigo como este tan cercano sólo podía llegar a ver como estaba su preciada nathi.

Dairock llevaba consigo un pequeño peluche de conejo gris, al lado bombones, su elegncia Además de ese suave aroma perfumaba y atraía la atención de algunas enfermeras a las cuales el se acercaba.

Al dar con la habitación de donde pudo visualizar aquel sujeto salir silencioso, más no hizo caso pasando a su lado para entrar con una grata sonrisa y ver aquel sujeto tragando las flores, aquello le hizo mas extraño y giro hacia el pasillo del hospital gritando°☆•°

__ EYYY¡¡ AQUÍ SE COMIERON TUS FLORES JAJAJAJA__

°☆•°Terminó por entrar y mirarlo pero su atención fue hacia la chica donde el se acercaba para postrar un beso de saludo en la frente alejándose unos dos pasos para entregarle el peluche de conejo y los bombon

—Touche. Lo atrapó de nuevo, ya no le gustaba que fuera tan sencillo que lo acorralara.. O tal vez sí.— Es en lo que me convertiste, ya solo hace falta que me pongas uniforme.

Já-já ahora resulta que es por el bodoque ese que no me dejas en paz. —Se giró hacia ella con las flores en la mano. Verla casi al punto de la risa lo contagio, pero era bruto y no quería hacerselo saber, así que muy estúpidamente mordiqueo las flores, cual perro rabioso. ¿Idiota? Tal vez, ella lo ponía así.—

¿Segunda niñera? ¿A caso eres la primera? — Dijo entre risas, claramente quería molestarlo de vuelta y muchas veces le resultaba demasiado fácil. —

No, tú y yo no estamos a mano, es el bebé qué no quiere que nadie se te acerque, no es mi culpa que él tenga claro su territorio. — Acaricia su vientre mientras se muerde el labio inferior aguantandose la risa. Ciertamente se estaba volviendo territorial con él, cosa que le resultaba extraña. Cómo estaba cambiando su historia y tan rápido.