« Back to Album · Next »
 
Newest First | Oldest First
—Voy jefa, voy.

Un tono agudo, escurridizo y que arastró las vocales fue su única respuesta. Jugó a poseer un pésimo estado físico al resoplar cuando debió acelerar el paso, imaginó que el morral pesaba y las priaaa ajena eran dos enomes piedras arraigadas a los tobillos.

El silencio en él era el disfrutar de un festín de emociones y pensamientos; «es cierto, no lo necesitas, nos tienes a nosotros ahora», no era amistad, sino conveniencia, «¿cCanto durará la fachada hasta relucir sus duros colores?», no era consigo tal apuesta, sino con aquella de sangre mixta y ansias de aventuras, un escalón más para lograr su amargo objetivo.
LivietVorhen · 22-25, F
La voces estaban ahí, cabía una posibilidad muy mínima de que ese warlock hubiese sentido aunque fuera un poco aquello que anidaba en el interior de la joven noble, en su corazón teñido de odio, mancillado por el dolor.

No podía negar que esas palabras lograron sacudir algo, eran verdad, aquella que no deseaba escuchar o aceptar. Lo poco que habían viajado juntos era suficiente, para que aprendiera a leerlas, el albino no dejaba de estudiarlas en ningún momento y era evidente lo mucho que aquello le divertía.

- Todos hablan de virtudes, el poder y lo que deseamos. - dejó escapar una risa corta y amarga que luchao por restar importancia a las insidiosas palabras de su acompañante. - No necesito de algo así para lograr lo que quiero.- por mas tentador que fuera debía ser fuerte, resistir y no ceder ante tan atractiva oferta.

-Kayley debe estar esperando. ¿Piensas moverte?-
Y avanzó dispuesta a regresar al campamento.
—Por mí está bien, con mirar me basta —nada tardó en responder, su voz acompañó esos silenciosos pasos que se mantuvieron a distancia meticulosa, se expresó con molesta despreocupación, pareció ignorar su fría advertencia.

No obstante, lejos estuvo de hacer oídos sordos a su decir, mas como parte del trato evitó indagar incluso con el mayor sigilo posible; en parte no lo necesitó, entendió perfectamente a lo que se refirió, pero algo agregó, invocó a un fantasma antes de caer en el oportuno silencio, no pretendió probar la paciencia de Lieviet:

—Sin embargo, no me eches la culpa si las voces de los cielos hablan a tu corazón sobre las virtudes de este camino —la risa se ahogó en su garganta, él era una existencia más allá del individuo, era un testimonio de lo que podía pasar y eso, aunque le disparara en la cabeza, no lo podría ignorar.
LivietVorhen · 22-25, F
No podía simplemente aceptarlo, si bien sus métodos resultaban ser una gran utilidad, todos los principios de Liviet iban en contra de eso. Odiaba a su familia precisamente por eso además que ese fue uno de los tantos motivos de su escape, no podía simplemente reducir toda su lucha a aceptar ese tipo de ayuda solo porque si, era mucho mejor que eso. La lección quedaba aprendida en ese momento; no debían confiar en el.

Liviet se adelantó un par de pasos mas se detuvo un poco para mirarlo sobre su hombro. - Preparada o no, no cometeré errores que me cuesten la vida. Aún no estoy lista para hacer el ridículo en alguna mazmorra. - chasqueó ligeramente su lengua antes de retomar sus pasos, sabía bien que el no intentaría nada. A final de cuentas volvía al primer punto, las necesitaba para que hicieran el trabajo sucio por el.
- Jamás me agradaron los tuyos...mantengamos esto meramente profesional. Te doy lo que quieres y tu mantienes tu nariz lejos de mis asuntos ¿Te parece? -
[...] aceptarlo fue una buena decisión.

Se dispuso a avanzar, aunque tuvo el cuidado de no darle la espalda de nuevo a Liviet, pretendió caminar a su lado, ahí él con ese olor neutro, pero que seguro fue una fachada para esconder la putrefacción de la corrupción que marcó su delgado y pálido cuerpo.

—Hay mazmorras de nigromantes con engendros más fuertes, mientras más preparada estés mejor, por lejos eres la más fuerte de los tres —tuvo argumentos para ratificar esto, la fugaz práctica se los dio, aunque ciertamente era desconocedor de las virtudes de Kayley.

«Virtudes y Kayley en una misma oración...Tengo que anotar esto».
De haber tenido un momento dónde las miradas no hubiesen coincidido, él hubiese mostrado la sonrisa más enajenada posible, retorcida, en honor a la supuesta deidad que le entregó ese aglomerado de enfermizas bendiciones para torturar a los seres vivos más insignificantes; supo reconocer esa expresión, esas opacas iris teñidas, al momento de presenciarlo ratificó nunca cansarse de tan impetuosa sensación que reventó contra su esternón.

—Está bien, como gustes —fue sencilla su respuesta, no le discutió, tampoco hizo mímica innecesaria—, cuando desees practicar de nuevo solo debes decirme.

No hizo comentario alguno respecto al cuerpo, la indiferencia con el cual observó dichos estos fue inhumana, no obstante, ¿fue de extrañar? Quedó en evidencia la diferencia entre la moralidad de ambos, su pacto era algo real, los trucos que empleó para convencerlas solo fueron la punta de una ponzoñosa montaña, pensar en las consecuencias de una negativo no era precisamente tranquilizador [...]
LivietVorhen · 22-25, F
Y al final no queda nada que botín que aprovechar, ni comida, ni piel o huesos que pudieran utilizar, al menos ella y la elfa.
— Kayley debe volver pronto, es mejor estar en el campamento para que no se alarme. — tenía una expresión mucho más seria que de costumbre, como si los pensamientos bombardearan su cabeza.
LivietVorhen · 22-25, F
No había satisfacción en haber logrado aquella prisión, al posicionarse y apuntar directo a lo que quedaba de la cabeza de esa criatura apretó sus labios y tras emitir un peculiar brillo en sus ojos jaló el gatillo descargando una munición imbuida en fuego que al impactar destrozó la cabeza de aquel ser miserable y consumió su cuerpo en cenizas.
Liviet exhaló, desvió la vista hacia el creador de tal aberración con una expresión perdida. La noble conocía muchas formas de crueldad pero aunque era algo de lo que había escuchado hablar o leído, no imagino jamás ver de frente una mínima parte del poder de un warlock. Pensó en las posibilidades, las ventajas y quizás suerte de aquella obligada alianza. ¿Contaba como ser parte del lado ganador?, en realidad ese vagabundo era tan miserable como ellas pero con una capacidad mágica por encima de las que Liviet toda su vida había conocido. — Es suficiente por hoy...— más bien no deseaba tomar una víctima más. — El cuerpo queda inservible...— y
[...] Gaikos aguardó desde la cómoda distancia la ejecución, en esa espera pensó también en el próximo objetivo; aquella era un avr pequeña, quiso un animal mas grande para hacer feo enfrentamiento algo más divertido.
Su accionar tan osado robó una sonrisa en su rostro, una sincera que encubrió tras la locura de ese combate. Supo satisfacer a quién era engendrador de su torcido poder, pero también se contentó, respuestas así de ingeniosas eran las que le hacían sentir vivo... Bueno, una de las tantas cosas en realidad. Y sí, fue una decisión acertada, la tierra fungió como escudo, los movimientos demenciales pararon en seco, la mutación prosiguió incontrolable, señal del abandono por parte del albino. Quedó el golpe de gracia, ella no debió desperdiciar tal oportunidad, pues la masa en incesante aumento amenazó con romper esa improvisada prisión. La fuente de la conexión era la cabeza, algo lógico dado sus anteriores palabras y la naturaleza del cruel hechizo

Add a comment...
 
Send Comment