« Back to Album · Next »
Las tabernas sin duda eran el mejor lugar para obtener información, todo lo que de hablaba era en voz baja y a un precio. Se reunían guerreros en busca de miembros para sus cacerías y uno que otro que solamente ansiaba ir y beber hasta quedar inconsciente.
Liviet en su caso fue arrastrada por su compañera quien no paraba de insistir en la necesidad de una cerveza, como si esto fuera algo de vida o muerte. Al entrar el lugar parecía tranquilo, quizás habían llegado demasiado temprano. Liviet se dirigió a una mesa apartada y tomo asiento esperando que su compañera se aventurara por las bebidas
 
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
Un payaso. Llevó una de sus manos a la cintura y levantó una de sus cejas. Seguramente era nada más que un farsante, pero entonces algo extraño sucedió. Él ya no movía los labios, pero su voz resonaba como un eco, como si estuviese no ahí de pie haciendo el tonto, sino dentro de su cabeza. Jamás había sentido algo así, con ciertamente desconcertada llevó la diestra enguantada a su frente.

—¡Ni siquiera te atrevas, engendro! ¡Y sal de nuestras cabezas!— Alzó la voz, quizás demasiado, pues la mujer de complexión bastante gruesa que atendía el lugar la señaló desde la barra usando un tarro como si fuera un 'arma' amenazante.

—Sin problemas, Kayley, o pagarás todo lo que rompas.— Sonó su ronca voz. La semielfa solo refunfuñó por lo bajo, usualmente con una actitud despreocupada, aparentemente incapaz de tomar cualquier cosa en serio, aquél intruso la había descolocado en verdad, pues no deseaba que alguien viera lo que había en su interior...
 
Send Comment

Add a comment...
 
Send Comment