Su mirada quizá fue más contundente, ¿cómo osaba esa humana siquiera pensar tal cosa? Él que veló y salvo de la muerte en dos oportunidades a la infante Rin. Si las miradas hablaran seguramente la del daiyokai hubiese sido intolerante y retadora en cada expresión con la humana; pero el destino los había vuelto aliado y sería un desperdicio de tiempo responder a su "amenaza". Aquel de platinos cabellos solo la miró sobre su hombro y respondió, dueño de una déspota conducta aún más marcada: — ¿Acaso crees que soy como mi estúpido medio hermano? Nos veremos ese día, Kagome. —
Sin vacilar se giraría nuevamente mirando a la profundidad del bosque, donde empezaba a destinar su paso a paso, dejando que las sombras oculten su cuerpo. Mirando a ambas direcciones, a la humana y al demonio, estaba Jacken, boquiabierto y sin saber qué hacer, solo reverenció como despedida a la mujer mientras se giraba y marchaba corriendo con el dragón de dos cabezas siguiéndolo y ese lloriqueo ansioso: — ¡Amo Sesshomaru, no me deje atrás! —
Posiblemente la humana tendría sus motivos para estar sorprendida y no era para menos, Sesshomaru quien siempre altivo y distante no tenía obligación alguna de agradecer el gesto de la mujer; sin embargo, lo hizo, por el mismo hecho de que en aquella aldea ella estuvo al pendiente de Rin mientras él le permitió crecer como una joven normal de su especie. A lo lejos incluso Jacken se mostró sorprendido y no paraba de gritar lo afortunada que Kagome debería de estarse sintiendo ante las palabras expresas del hijo del gran perro del norte. Ante ese alboroto del pequeño demonio verde de báculo que estaba con el dragón de dos cabezas que siempre les sigue, repudió su conducta altanera y lo mandó callar: — Silencio o te mataré. —
El pequeño verde sencillamente quedó atónito y con ojos llorosos obedeciendo de insofacto mientras Sesshomaru llegaba frente a él, nuevamente se giró hacia la humana mientras comunicó una vez más. — No lo tomes como una costumbre, humana. — Puntualiza esperando a que ella vuelva en sí misma, aunque físicamente tenía parecido a la sacerdotisa por la que su hermano abandonó su responsabilidad con su padre, su forma de ser era mucho más sensible.
Es decir... Te ausentas por un largo tiempo y cuando vuelves lo haces par burlarte (?) Creo que tendré que tomar ahora tu cabeza (??) x D
** Sus orejas con un sentido del oído mucho más agudo le permitieron escuchar con claridad aquellas palabras con notable fatiga y dichas de forma pausada, se mantiene en silencio, bien sea por permitirle recuperar su aliento así como esperaba para dar a conocer su decisión
—Iré a ver a Rin. —
Contundente con la respuesta que seguramente la humana ansiaba escuchar, pero el de planita cabellera no había terminado, si bien compartía lazos con la menor, tampoco estaba interesado en las costumbres y rituales humanos, por lo que, con una mirada de reojo y palabras llenas de desentires lo demás completaría.
—Pero no iré a su fiesta, dile a Rin que sabrá dónde encontrarme mañana. —
Le daba la espalda dando un par de pasos, entre los árboles se podía ver a Jaken esperando al daiyokai, quien se detiene abruptamente para decirle algo más a Kagome, algo quizá más profundo o simbólico, poco o nada habitual en su hostil conducta. **
—Gracias por avisarme, humana. —
Rol Mode Off: ¡Jajaja! Para nada, no es un reclamo. Al contrario, es una poca ortodoxa bienvenida (?)
** Se detuvo y descendió notando el agotamiento mostrado en la humana, le daba la espalda, solamente giró el rostro para verla sobre el hombro. Permanece silente mientras ella se reincorporaba, alzó el mentón y a sabiendas de que se encontraba bien, decidió dejar las cosas claras:
—El que hayamos derrotado a Naraku y te comprometieras con mi estúpido hermano no significa que puedas dirigirte a mí de esa manera, humana ... —
No era habitual en él una línea larga al hablar, era más una cuestión expresa de su orgullo como el demonio más poderoso, puesto que al final no tenía ningún rencor por quienes lucharon a su lado e incluso llegaron a cuidar a Rin; sin embargo, no sería tolerante con las muestras de afecto. **
—¿Qué quieres? —
Rol Mode Off: ¡Vaya! ¡Cuánto tiempo! Descuide, es bueno verle de vuelta.
De inmediato le observó con el rabillo del ojo mientras hace su tránsito desde la distancia. El albino demostró una expresión hostil, pasó de una mirada de reojo a abrir mirarla de golpe sin inmutarse a pronunciar palabra alguna. El hijo del gran perro guardian del norte continúo mientras un alboroto era hecho por Jaken, su fiel lacayo, quien no bajó de irresponsable a la humana por demostrar un nivel de confianza y afecto que el dueño de bakusaiga no le había otorgado.
