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Kail33na · 100+, F
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s1543484 · F
“El hueco mundo”

Aquel lugar místico y extraño que rebasa los límites de espacio tiempo situado entre el mundo de los vivos y la Sociedad de Almas, un lugar seguro para aquellos Hollows libre de los Shinigami, un lugar que a su propio modo retorcido era un lugar pacifico bajo sus propias reglas.

Aquel mágico lugar se encontraba decorado hermosamente por arena blanca, pequeñas ramas que parecían echas de cuarzo decoraban aquel desértico lugar, era común ver grandes acantilados, y el cielo oscuro carente de estrellas era únicamente decorado por el resplandor de una preciosa luna plateada tan grande y brillante que pareciera que se puede alcanzar con las manos, aquel hermoso resplandor era el único consuelo de aquel eterno anochecer, a pesar de no ser el mejor lugar para vivir, aquellas hermosas tierras eran llamadas “Hogar” para los Arrancar y Hollows.

En medio de aquel lugar se encontraba un gigantesco palacio conocido como “Las Noches” en el cual habitaban los Arrancar; aquellos Hollows que se habían desarrollado para poseer mente lógica, al interior de aquel majestuoso palacio pertenecía la tercera espada sin embargo aquella hermosa Arrancar de Nombre “Nelliel tu Odelschwanck” disfrutaba de escaparse de los muros del palacio para posarse sobre el montículo de arena más alto a las afueras de “Las Noches” y disfrutar desde aquel lugar el brillo de aquella Luna que le recordaba a cierto Shinigami que había conocido ya hacía algún tiempo…su lado brillante que mostraba aquella calidez y compasión hacia los demás y la parte oculta que escondía esos deseos de pelear…ambos lados puros a su propio modo, y ambos lados queridos por la tercera espada…

¿Cuánto tiempo había pasado desde que se habían separado?, ¿”El” y los demás se encontraran bien?, ¿Aun la recordaban?, aquellas preguntas resonaban una y otra vez en su interior mientras aquella amielada mirada inocente y cálida admiraba con obsesión la luna casi como buscando respuestas en su cálido resplandor, siendo una Arrancar estaba acostumbrada a los entrenamientos a las batallas si era realmente necesario y a proteger a los suyos, eso era lo que le habían enseñado sin embargo a lado de aquel Shinigami “Ichigo” había logrado comprender mucho mejor lo que era la calidez humana, lo que era desear proteger a alguien aun sin conocerle lo suficiente…y lo más importante en creer y confiar en los demás…


- ¡Nelliel-sama!, ¡Nelliel-sama!

Aquellas voces ya conocidas para la Arrancar la sacaron de sus pensamientos, se incorporó de aquella montaña de arena para poder dar medio giro y observar a aquellos que eran sus mejores amigos en aquel mundo correr tras de ella para acompañarla, Pesche y Dondochakka, dos criaturas muy curiosas; uno que parecía un escarabajo lila y el otro un gracioso rostro con brazos y piernas, Nelliel les dedico una amplia sonrisa llena de tranquilidad y calidez mientras aquella bella figura era iluminada por la luz de la Luna.


- Pesche, Dondochakka, ¿Pudieron alimentarse?

Cuestionaría la hermosa guerrera con una voz tan gentil, suave y dulce que podría brindar tranquilidad con tan solo escucharla, ambas criaturas asintieron provocando que aquella sonrisa se ampliara aún más, Nelliel solía preocuparse por cada pequeña criatura del mundo hueco pues para ella todos eran hermanos y debían respetarse los unos a los otros, después de todo los Arrancar alguna vez habían sido Hollows, se dispuso a dar un paseo con sus amigas por el contorno del castillo para seguir disfrutando de la preciosa noche eterna.
holynekofuun · 22-25, M
[code]Out: Hola! Gracias por aceptar la solicitud. Espero llevar un ameno rol con ud. [/code]
SW-User
∾ Oh, ya recordé... Mi profesor me contó una vez de Leoric, el Rey que enloqueció y terminó entregándose a las entidades demoníacas, mismo después de haber sido asesinado por un supuesto "amigo" cercano. Parece que fue un señor de edad quién le contó ésa historia

La peliblanca caminó tranquilamente, hablando con tal convicción que parecía querer ignorar a propósito el malestar que le daba aquella ciudad. Luego, al callar sus propias palabras se fijó en las de su contrario, aunque denotó con facilidad que allí faltaba algo, era sólo la manera bonita de contarlo.

∾ Usted nació en un lugar ciertamente más tranquilo que yo... No recuerdo mis padres, han muerto en la guerra, no mucho después de mi nacimiento y el Maester fue quién cuidó de mi todos éstos años y me enseñó casi todo lo que sé. Me pregunto sí es posible una ciudad estar o parecer estar tan vacía... Me incómoda.

Suspiró con pesadez al fin su corto discurso, por fin dedicándose a observar con cierta desconfianza sus alrededores.
SW-User
∾ Entonces debéis saber que el caos está por todas partes, aunque el Norte siempre ha sido región de problemas. A los demonios les gusta teñir el blanco de la nieve de carmín.

De verdad no estaba con muchos ánimos para lecciones por parte del clérigo, no para eso estaba allí. No era como sí le interesara de todo sus teorías, eran sólo brazos más para combatir, vivir o morir. Escuchó acerca de la Fortaleza y asintió. Quién habría de querer vivir en un lugar así? No pensó mucho en eso, además, mucho menos en aquél momento sería una buena idea estar allí.

∾ Leoric... Agradable nombre, me suena familiar por alguna razón, quizá lo he visto en algún libro.

Un mago, pues de hecho magos, hechiceros, era casi todo lo mismo... Cambiaban algunas habilidades aunque algo que ella estaba haciendo en sus viajes era enseñar y aprender con los demás. Los druidas la habían ayudado a mejorar sus invocaciones y posesiones y los nigromantes a perfeccionar su control en sus pactos con seres del submundo. Ciertamente seguiría siendo así, como aprendiera a manejar la espada aparte de su bastón, estaba practicado con el arco cuándo tenía tiempo. Era bueno saber un poco de todo y no ser limitado.

∾ Cuénteme más de usted mientras vamos hacia Kam'auth.

Le mostró una sonrisa, su curiosidad era así de pura y nada discreta. Además, por mucho que supiera y fuerza que tuviera nada cambiaba el hecho de que era una joven fémina de 21 años.
SW-User
En parte evitó reír ante aquellas primeras palabras que se le habían dicho. No es como que el Norte estuviera mejor que allí, de hecho estaba bien más poblado y las batallas bien más organizadas por éso mismo la mayor parte de los que podrían luchas no estaban en sus casas pero en sí en el campo de batalla. Eso le pasó por la mente al escucharle pero trató de ignorar y fijarse en lo que tenía que hacer allí.

∾ Oh... Por qué no experimentáis mejor ir a hacernos una visita al Norte? Ciertamente la fiesta allá está algo más animada que aquí en Ygramah.

Y sin decir nada más al emisario se volteó para contemplar el otro caballero que le hablara, uno sin dudo con una lengua más limpia. Dio un paso adelante en su dirección y se quedó inmóvil. Poco sabía de la Fortaleza por lo que su viaje era uno bastante útil en bastantes sentidos.

∾ Kam'auth, decís? Creo que me parece mucho mejor que trabajemos en equipo que separados? No puedo negar que soy una minoría.

Pero una sutil sonrisa decoró su rostro, iluminándolo incluso en la tinieblas. Sabía muy bien el valor de la magia mismo tratándose de una sola persona aunque claro, era una minoría, comparando con ellos. Asintió, aunque algo pensativa para de nuevo observar atentamente aquél caballero.

∾ Y dígame, cuál es su nombre, señor?
SW-User
Esperó hasta que los pudo ver por din pisando aquél suelo que daba malestar. Sólo una u otra vez lograra ver uno que otro de ésos fanáticos de la Orden de la Fe. Eran poderosos y la misericordia no era los suyo y ciertamente ése sería el único problema que tendría al luchar junto a ellos pues no soportaba la idea de ver inocentes muriendo ya que era su función protegerlos, no matarlos. En un suspiro se conformó pues era lo que había y sola era demasiado arriesgado meterse en aquellas Tierras.

Sin moverse aún de su lugar observó como el emisario iba por los recién llegados e incluso la miraba... Fue el momento de encaminarse hacía ellos, no fuera su presencia tomada como amenaza. Decidiera llevar su armadura en aquella jornada por desconocer que género de peligros podría encontrar, aún así, dudaba mucho de que cualquier enemigo llegara siquiera a tocarle, siendo solamente un acto de precaución más para no fastidiar su "Padre".

∾ Soy Aesis del Norte, enviada por parte de los Hechiceros...

Fueron sus primeras palabras a la cuáles acompañó con una leve reverencia, no excesiva para no inferiorizarse, tal que rápidamente retomó su postura, observando en particular al emisario.

∾ No sabía que vendrían de la Orden... Habéis venido para exterminar los demonios?

Y dependiendo de la respuesta pues pediría permiso a juntarse a ellos... Ciertamente ella era tan útil para ellos como ellos para ella así que ni había porque estar debatiendo mucho el asuntos. Ambos iban por lo mismo.
SW-User
De las Tierras del Norte hacía Innastrad muchos habían viajado para auxiliar los que en peligro estaban. La joven fémina de largos cabellos blancos era una de ellos, ciertamente muchos la tomarían como tonta al ver que ella viajaba sola, juntándose a los equipos locales en las batallas que entablaban y con ella cargando un gran poder: La magia, a parte de su espada. De hecho, con su edad su nombre ya era bastante conocido entre la gente del Norte. Le agradaba aquella soledad y el hecho de no depender de nadie ni tener que preocuparse con ningún aliado.

Su destino eran las Tierras de la Sombra después de un mensajero haber llegado a su ciudad buscando el auxilio de los Hechiceros pero como muchos de ellos estaban aún combatiendo en las guerras en sus propias tierras, Aesis misma se decidió en ir sola con la condición de esperar la llegada de más de los suyos, cosa que ciertamente no haría.

Su viaje fue largo y agotador, incluso para alguien que ya se acostumbrara a estar viajando casi siempre. Estar en "casa" era algo que de hecho ya se sentía raro. Aún no estaba en la ciudad cuándo sintió aquél malestar repentino... Ciertamente, algo allí no estaba bien, era obvio y se sentía a los lejos aunque dicha sensación se hizo más presente al traspasar la entrada de la ciudad. Tenía experiencias de todos tipos con demonios, unas en que les ayudara, otras en que fuera ayudada por ellos aunque sobretodo su experiencia estaba en matarlos... Con la espada, con magia, con otras criaturas, incluso controlando de los suyos y usándolos para dicho efecto. Podría ser una joven pero siempre cargara una gran responsabilidad, su vida... Y el poder que naciera junto con ella y que el Gran Hechicero le ayudara a controlar y sacar mayor provecho.

No indagó mucho en la ciudad, se acercó al porto dónde vio que llegaba un barco. Sabía que más llegarían pero no los esperaba tan temprano, además, el mar es sumamente peligroso por eso lo evitaba a no ser que no hubiera otra opción. Cómo no estaba tan familiarizada con aquellos rumbos se decidió a esperarlos, podría ir con ellos sí su objetivo era el mismo.

∾ Quiénes serán...?

Murmuró, llevando la diestra a su frente en un intento de ver o entender quiénes serían que venían en aquél navío. Además, no podía confiar a 100% que eran aliados, siempre podía darse el caso de ser alguien llegando con mercancía o mismo bandidos.
SW-User
User: Gracias por aceptarla. Gusta empezar o cómo prefiere?