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Mayday, mayday, this ship is going down
Bury the truth of the lie you created
Bury yourself and remember me when you're alone
 
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Lappland · 26-30, F
Su pupila se contrajo al escuchar sus palabras, tembló un poco, le había hecho daño nuevamente sin primero escucharla, sintió un poco de remordimiento por eso. Se aferró a ella escuchándola atentamente, su corazón dió un brinco y sintió alivio de que todo eso no fuera real, que Texas realmente no la hubiese abandonado porque no quería verle más. — Entiendo eso...se que es difícil para ti. — la primera vez que Lappland llegaba a expresar un poco de comprensión. — Así que no tienes que hacerlo si no puedes. — apoyo sobre su hombro su cabeza. — ¿Huh?...Mostima, me dijo que habías hablado con ella diciéndole esas palabras...que deseabas que yo lo supiera. — agachó las orejas, ese día al despertar solamente estaba esa caída quien disfrazo un cruel juego con amabilidad.
Texas1572003 · 26-30, F
No podría desear nada más que esa cura milagrosa que le habían prometido fuera real, pero se volvía cada vez más frecuente que terminara en el área médica durante semanas... Texas apretó ligeramente los labios, antes de rodearla con sus brazos, apagando su cuerpo al de ella. —Tonta... nunca he querido eso.— Susurró a su oído. —Solo... estoy asustada.— Se atrevió a confesar al fin, con ella no necesitaba máscaras, la conocía mejor que nadie. —Y soy egoísta... creí que así sería menos doloroso... lo siento Lappy, no se si voy a poder cumplir esa promesa que te hice.— Tomar su vida antes que la oripatía lo hiciera... el solo pensamiento provocó en ella una sensación de angustia, se aferró al abrazo con un poco mas de fuerza. —¿Ella? ¿Quién te dijo eso?— Aunque en el fondo ya lo sabía, solo había una serpiente con la suficiente crueldad para divertirse de ese modo a costa de alguien como Lappland.
Lappland · 26-30, F
"El poco tiempo que nos queda..." Texas estaba demostrando que se preocupaba por ella, entendía que no deseaba verla sufrir pero Lappland deseaba ser útil, deseaba demostrar lo fuerte que era pero cierto era que su inteligencia mermaba día a día a causa de la oripatia y esto la volvía un operador fácil de manipular. — Ellos me dijeron que lo controlarían, que yo sería útil para encontrar la cura...— al final no era nada más que un experimento más, si fallaba iría directo al aislamiento. — Texas...¿Quieres que muera?, ¿Estás intentando engañarme para que te deje ir?...— su resentimiento contra Texas era genuino. — Ella dijo que no querías verme más...— pero cierto era que las insidiosas palabras de Mostima habían tenido mucho que ver en la agresiva reacción de Lappland hacia Texas.
Texas1572003 · 26-30, F
Por un segundo su vista se nubló, sintió el sabor de la sangre en su boca, por la herida que había provocado ese puñetazo en su labio inferior, pero ni siquiera hizo por cubrirse, quizás, en el fondo, era tan masoquista que sentía que se lo merecía. Sigue. Quiso pedirle. No pares hasta que desahogues todo tu dolor. Pero sus labios no pronunciaron palabra alguna, solamente tosió un poco, manchando de rojo su uniforme.

—Tienes razón...— Dijo con dificultad, alzando la diestra para limpiar sus labios. —Soy una cobarde. No quiero seguir viendo como te destruyes, como te importa una mierda el poco tiempo que nos queda.— La misma mano sujetó el mentón de la albina, hundiendo sus dedos, alzando su rostro lo suficiente para que la mirara. —¿Es tu deber? ¿Y después qué? ¿Silence preocupándose más por experimentar contigo que por mantenerte viva? Es demasiado. Este lugar es demasiado.— Bajó la voz, en un sitio como la isla ambulante, siempre había alguien escuchando.
Lappland · 26-30, F
Mostró sus colmillos y apretó sus puños, la miró en el suelo indefensa y aún así eso no la detuvo para acercarse e impactar uno de sus costados con una fuerte patada. — ¡Me querías muerta! — vocifero, se inclinó para tomarla del cuello de su uniforme y levantarla cerrando su otro puño dispuesta a golpearla. — ¡Todo fue una mentira! — golpeó su mandíbula con su puño. — ¡Deseas que muera para no tener que estar a un lado de la camilla!...soy una carga para ti...— agachó sus orejas, su cabeza y oculto sus ojos bajo el flequillo. — Y hubiera preferido morir a despertar y no verte ahí...— su puño tembló, el rencor que sentía era en realidad obra del veneno sembrado por aquella caída. — Y en lugar de mirarme a los ojos volviste a alejarte...— suavizó su agarré, mordió su labio inferior reprimiendo las lágrimas. — No tengo opción, Texas...es mi deber. — ¿Por qué otra razón la dejarían ir al campo de batalla?. Al final era útil y el costo era uno que Rhodes parecía dispuesto a pagar.
Texas1572003 · 26-30, F
El golpe que vino la tomó por sorpresa, más hizo un movimiento para salvar el encargo, haciendo que las cajas terminaran unos metros más adelante de donde ambas estaban. Lappland tenía tanta fuerza que le provocó un fuerte y contundente dolor, sin poder evitar que su cuerpo cayera al suelo por el impacto. Se giró hacia ella, gruñendo, la verdadera Texas, una sin la estoica máscara que todo el tiempo usaba en un afán de aferrarse con todas sus fuerzas a su vida falsa, le devolvía la mirada.

—¿Piensas matarme?— Aunque trataba de no alzar la voz, no podía evitarlo. No sabía si había sido más doloroso el golpe o su corazón desgarrándose. —Porque yo no voy a lastimarte, ya haces tú misma ese trabajo perfectamente.— Reclamó sin pensar. Si quería desquitarse que lo hiciera, estaba cansada de sentirse culpable por no poder protegerla, ni siquiera de si misma.
Lappland · 26-30, F
Nuevamente se negaba a darle la cara y Lappland con eso había tomado la decisión de acabar de una buena vez con ella. Corrio hacia ella, golpeando fuertemente su espalda con su propio cuerpo en una embestida que, de no ser capaz de soportarla fácilmente le haría caer al suelo. Lappland por si parte gruñó retrocediendo un par de pasos. — ¡Dame la cara, Texas! — levantó la voz, era cuestión de tiempo para que fuera neutralizada así que debía actuar rápido, acabar con ella antes de que se agotará el tiempo. Pero no quería hacerlo de espaldas, quería verle la cara antes de arrancarle la yugular con sus propios colmillos.
Texas1572003 · 26-30, F
Se detuvo de golpe cuando la escuchó pronunciar su nombre, había sido como si atravesara su corazón con el acero de su espada. Es por ambas. Es por ambas. Se repetía constantemente, tratando de convencerse de que era la mejor decisión... ¿en verdad estaba pensando en Lappland? ¿o era de nuevo una víctima de su cobardía?... Pensó que si dejaba de frecuentarla y de alimentar esa unión que ambas tenían, el fin inevitable sería menos doloroso, porque verla ahí tendida y cubierta de sangre, apenas respirando, le había hecho darse cuenta que no podía verla morir. Simplemente no pudo soportarlo.

Sus manos se cerraron apretando en las cajas que llevaba, pero no se giró hacia ella. —Nunca he sido buena manteniendo promesas.— Trató de que su voz no se quebrara, pero sentía su garganta arder. —Me conoces desde hace tanto tiempo que ya deberías saber eso.— Cerró los ojos con fuerza por un instante, antes de dar de nuevo un paso.
Lappland · 26-30, F
"Ella decidió abandonarte..."
No la miró, pareciera que el vacío había tomado completamente a la lupo.

"En realidad verte moribunda le hizo sentir que no le servirías más..." y así fue que con esas palabras logro reforzar lo que esa voz en su cabeza repetía constantemente sin ceder ni un momento a la constante tortura de haberse sentido abandonada, traicionada...herida.
"Ella no va a volver, no le importas..."
- Mentirosa...- le llamó, era una lastima que no llevara sus armas con ella, estrictamente habían tomado la decisión de confiscarlas si no se encontraba en una misión. - dijiste que estarías siempre, te fuiste sin decir nada...- gruño. ¿En verdad debía esperar a que entregara su trabajo?, ¿Qué pasara sobre ella como si no fuera nada?. Se dio la vuelta sintiendo su sangre hervir de rabia.
- ¡Texas! - Vociferó con odio, llena de dolor. -¡Dijiste que no me soltarías! -
Texas1572003 · 26-30, F
Estaba segura de que alguna fuerza superior, despiadada, era quien siempre la llevaba de regreso al origen, a toparse de frente con ese pasado del que siempre quería huir, con lo que esa Lupo representaba para ella. No lo merecía... que además de esa enfermedad horrible estuviera a merced del daño que podían hacerse estando una cerca de la otra.

—Si destruyes el encargo de Kal'tsit, ambas estaremos en problemas.— Ignorando esa mirada fiera, llena de rencor, del dolor que le había provocado al desaparecer así como así, siguió caminando, incluso cruzó sus pasos con ella sin siquiera mirar atrás. Esperaba que al menos dejara que hiciera la entrega antes de tratar de clavar las fauces en su cuello.

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