El brillo del sol sobre el barniz dorado de sus ojos ardió con lujuria queriendo empapar con su sentimiento a su atrevida pareja. Visualizarlo vestido como la muñeca, danzando, modelando, mofándose de quienes lo envidian, intentando dominarle con solo ser el era algo que alimenta la llamarada que se le avecina sin censura alguna, lo sofocaría hasta que todo su cuerpo se derrita y funda con el suyo.

Toda imagen creada por su imaginación parece desenfocar y dar paso a la realidad. Un previo juego cuyo peligro significa ser la piedra en el camino. Un bloqueo a su objetivo ¿Llegarían realmente a vestirle con la falda?

Suspiro enamorado actuando por instinto, sus manos en perfecto molde se aferro a su cintura, inclino su cuerpo hacia el y sin palabras termino por lamer sobre la tela que se atreve a estorbar. Divertido con la textura y molesto por el contacto directo. Opto por subir su diestra y empezar a desabotonar con apresuro. De arriba hacia abajo abriéndose paso a la piel...