La tensión entre ambos se hizo cada vez mas intensa. El aroma familiar, su calor, su peso, la cercanía y el silencio eran parte fundamental para hacerle ver un sin fin de posibilidades. Respiro hondo y se relajo entre la calentura que su mente generaba en ese instante. En como su cabeza debatía sobre una idea egoista y lujuriosa y la amable y protectora ¿Follar o concentir? Apenas llego de su viaje y en lo primero que piensa es partirle el trasero entre rempujones ¡Debería sentirse avergonzado!.. La palabra que busca es caliente.

Sus orejas humearon al notar las señales, su amigo se a despertado con el suave desliz de sus piernas sobre las suyas y sus brazos tan frágiles amarrandolos como la vez que pusieron sus nombres en el acta de matrimonio.

Trago saliva y se concentro en la travesura de su pareja. Ambas manos terminaron por arrastrarlo y se extacio con la posibilidad.

-Pontela ahora-

Exigió casi gruñendole por la desesperación.