Por supuesto que esperaba ese tipo de acciones de su pareja luego de tantos días separados. Lan Zhan raramente mantenía sus manos lejos de su cuerpo por demasiado tiempo cuando estaban juntos, siempre amasando, pellizcando o apretando ciertas zonas; su trasero, su cintura, sus muslos o sus mejillas. Por supuesto sabía que esa figura de cartón no había sido hecha con fines tan puros como para evitar la soledad, Wei Wuxian estaba más que seguro que Lan Wangji se había dado alivio a si mismo observando la figura, tal vez incluso le había bajado la falda o le había subido la blusa ¿Qué tan explícita era la imagen?

Sonrió en cuanto los labios se apartaron de su cuello y enfatizaron la orden, sus piernas se balancearon ligeramente y se acomodó en aquel regazo sin verdaderas intenciones de bajar—Lan Zhan, ya se que ropa quiero ponerme—tarareo ladeando su cuerpo y abrazándose al cuello del Lan. Una sonrisa de perfectos dientes blancos y unos brillantes ojos de luna observando la mirada dor