Caminaría sin rumbo, el joven Zero andaba por los terrenos de la Academia Cross, donde una vez, hacía guardia con una humana ahora convertida en vampiro. Zero, de una contextura delgada, de una cabellera platinada, de ojos morados y de tez blanca, con pendientes en una de sus orejas con un uniforme oscuro como señal que pertenecía a dicha clase diurna, clase que no eran vampiros y en la cual él pertenecía, aunque no era muy convincente porque él era un vampiro de clase “E”, como señal lleva un tatuaje en su cuello en el lado izquierdo, por lo cual dicho tatuaje suprime su lado vampírico.
Como arma, Zero lleva una pistola letal para todos los vampiros, el arma llamada “Bloody Rose” se encuentra bien resguardada y es utilizada cuando es necesario. Su carácter, es un poco hostil, frío y no demuestra sus sentimientos, debido al pasado que éste ha tenido en su infancia, desde la muerte de sus padres y lo que le sucedió a su hermano Ichiru, gracias a la presencia de un sangre pura llamada “Shizuka” por lo que ahora él detesta a los vampiros, aunque al mismo tiempo se detesta a él mismo por ser uno.
El cazador, llegaba al establo, el único lugar donde podía descansar, de la bulla de la gente de su clase y saltarse de algunas obligaciones que tenía como guardián de la Academia. A paso tranquilo, abre el portón lentamente, cuando un pequeño ruido se escucha, producto de la misma puerta que se encontraba desgastada y vieja, por lo que no hace caso y entra, cerrándola de par en par.
Los caballos, al notar su presencia, no se inmutan, están acostumbrados de que Zero, entre, descanse y se tome algún tiempo libre, escapándose de sus obligaciones, serían como cómplices a dicho acto que el cazador hace. Un pequeño relinche, hace que Zero, camine y se dirija hacia uno de estos caballos, tocándoles la cabeza y susurrándoles “Tranquilos, no hay nadie más aquí”. En efecto, no había nadie allí, sólo él, los caballos y los recuerdos de una joven que para él era muy importante Yuuki … ¿Qué habrá pasado con ella? Es un vampiro, es una criatura que es detestada por Zero, pero por una extraña razón, Zero siente afecto por ella, aunque le haya dicho que la mataría, sabía muy interiormente que no lo haría, que se quedaría con ella y la ayudaría si fuese necesario.
-Zero, no pienses en eso -
Mencionó el cazador, para alejarse del caballo, y echarse cerca de ellos, boca arriba, miró así el techo del establo y metió una mano entre sus bolsillos, sacando las pastillas que eran indispensable para él , lo cual le permitirían estar cuerdo, y no beber sangre de verdad. Se metió así algunas pastillas en su boca, cayendo algunas en el suelo, para luego cerrar los ojos y estar por un momento en paz.
