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Entró, dejando que Leo se tomara su tiempo para observar la casa sin tener ella una noción real de lo que el chico estaba pensando. En ese momento Icelyn deseó retirarse los guantes y usar su don para saber lo que había pasado con Leo en los días de su desaparición y lo que le cruzaba por la cabeza en ese momento, pero se convenció de que quería oír de la boca del chico las respuestas a todas sus dudas, aunque en realidad fuera el miedo la mayor razón por la que se detenía. No sabía si estaba lista para experimentar en carne propia la situación en la que él se había visto envuelto, su mente era un caos, su estado anímico se arrastraba por los suelos y la poca sanidad que le quedaba amenazaba con abandonarla al igual que ellos.

Tomó un gran suspiro al oírlo decir aquello y se adentró en la cocina para encender el interruptor del calentador de agua y pasarle un jugo del refrigerador, de esos que él solía tomar a escondidas de ella; Icelyn los había encontrado en una caja oculta en la habitación del chico, cuando la policía revisó ambos cuartos en búsqueda de pistas para dar con sus paraderos. Pese a odiar ese tipo de bebidas, no tuvo corazón para tirarlas y le habían servido en los últimos días de desvelo al darle el azúcar que su sistema necesitaba para mantenerse activo.

—¿Qué quieres para comer? Puedo prepararte lo que pidas —lo imitó y tomó también una silla, sentándose justo frente a él para poder recorrerle el rostro con la mirada. Icelyn sabía que lo primero que tenía que dar aviso a la policía de la aparición de Leonard, empero, estaba segura de que ellos lo interrogarían tanto por su huida como por la de Katara y lo harían huir otra vez si detonaban el miedo en Leo. Decidió postergar ese momento todo lo que pudiera y hacerlo hablar de a poco. —Incluso tengo sopas instantáneas en la alacena, las he estado comiendo últimamente. No son tan malas como creí… —omitió el decir que no había tenido tiempo para comer apropiadamente o que se alimentaba por simple inercia porque no encontraba apetito ante tanta preocupación. Icelyn no quería que él supiera cuánto había sufrido, no quería que él sintiera culpa… Más, de la que seguro ya estaba experimentando.