KurohYatogami1537446

*[ R.Off: ]*
~Hehe, bien, pero atrasada, lamento respoder tantos dias despues el comentario...

off: No hay problema xD tampoco soy muy buena que digamos :)

**Desde que podía recordar, Yuki había vivido en un orfanato. Hasta hacía unos cuantos años atrás, cuando sus extraños poderes comenzaron a manifestarse, un hombre de larga cabellera castaña, elegantemente vestido, la recogió de este lugar adoptándola y dándole su apellido. Gracias a esta persona pudo saber la razón por la que estaba en este mundo.

Durante más de mil años, habia reencarnado una y otra vez para luchar en una guerra que parecía no tenía fin. Como la dueña de La Luz de Dios, su papel era importante. Podía curar heridas fisicas pero con el precio de padecer en carne propia el dolor infringido por esa herida. Sanaba tambien las heridas del alma y les hacia ver su errores para recapacitar y su luz, era capaz de destruir demonios con solo ser tocados por ella.

Debido a su gran importancia en tal lucha, había vivido rodeada de guardianes. Unos guerreros que al igual que ella, habian reencarnado desde el inicio de esa guerra y cuyo deber era protegerla de cualquier daño, era un peso enorme que Yuki quería quitar de sus hombros. No quería ser más una carga para ellos, por lo que una noche, decidió huir de la gran Mansión Crepúsculo, el unico lugar que conoció como "hogar" desde que salió de aquel orfanato.

Aquella noche caminó sola por las oscuras calles de la ciudad. Despues de haber caminado tanto, habia considerado la posibilidad de regresar a casa.
No. Debía ser fuerte, mantenerse en su postura, claro que podría cuidarse sola.

Durante su trayecto, no pudo evitar sentirse vigilada. Seguramente era la paranoia causada por el constante peligro en el que normalmente se encontraba a causa del Nigromante Giou Reiga, su enemigo desde tiempos ancestrales.

Unos pasos detrás de ella la hicieron volverse, solo para darse cuenta que no estaba equivocada.

-Hola...

Susurró el dueño de aquella silueta, un demonio de ojos color carmesí que la miraba amenazante mientras en su mano izquierda, encendía una orbe de color Azul brillante para atacarla.**

Ambas... Postre y comida, así no tengo que rechazar ninguna (?)

-Se giro a decirle antes de devolverse hacia el cristal y echar otra exhaustiva mirada al interior y a la filita de postres que se engalanaban, y juraría que CASI le hablaban... Tras suspirar con cierto melodrama gastado se volvió de nuevo al chico, pasando de largo a los comensales que enserio ya le veían algo... Mal.-

Y bien ¿que comeremos? no me gusta el coco, solo digo~

Off: No te preocupes mi rol no es tan extenso como parece x'D quédate tranquilo.

On:-Había amanecido en el "Little Garden" un pequeño espacio de combate en donde predominaba aquella joven de nombre Kuro Usagi, su nombre describía todo su aspecto pues tenía apariencia de conejo. Unas largas orejas color azul que hacían juego con su cabellera, la cual depende de la situación o como así lo quisiera se tornaban color salmón y su típica vestimenta de supervisora la acompañaban esta mañana como siempre. Quería cambiar de ambiente, desaparecer un poco de las batallas que tenía encargadas y colocando una mano sobre su mentón esbozo una traviesa sonrisa mientras daba un salto a uno de los grandes arboles-

- Estos niños rebeldes pueden cuidar la comunidad por mi unas horas, necesito descansar siento la tensión sobre mis hombros..

-Toco uno de sus hombros mientras movía su brazo en círculos y dando un gran salto de nuevo atravesó aquel portal que los mantenía encerrados, llegando a un lugar diferente. El horario igual solía ser distinto pero no le tomo importancia y ubicándose entre algunos árboles y arbustos extendió un fino mantel de encaje en donde tomo asiento y comenzó a colocar el juego de té que tanto le agradaba, tomo la taza y comenzó a servirse un poco para así después probarlo y dar un suspiro por el agradable sabor que emitía-

- ¡Ahh..! Nada como esta bebida exquisita y relajante.


-Movía sus orejas mientras continuaba tomando de la taza que tenía en una de sus manos, olvidándose de que había caído en un parque publico y su imagen estaba expuesta a la sociedad, algunos hombres que pasaban a su alrededor fantaseaban con ella pensando que meramente era una chica con "cosplay" pero aún así aquella joven disfrutaba de su té-