**Ante esa respuesta, es azabache tan sólo ríe de manera sardónica, con la reacción de la joven. Sin embargo, esa risa sólo ocasiona que tosa sangre, por la herida, que, ya en ése momento se comenzaba a agraviar más.** Mierda... **Resopla con molestia, para luego caer en la inconsciencia, en ése momento.**
Soy una asesina profesional que no duda en matar una victima, o nunca lo había hecho antes...eres la primer persona con la que me sucede...pero aun estoy a tiempo de cambiar de idea....-infla sus mejillas pues se ha sentido ofendida que sienta que no es una verdadera asesina, aunque en realidad no tiene explicación alguna de por que no pudo cumplir con su deber-
**No es el mejor momento para responder a ese cuestionamiento. Tanto por la poca lucidez que le queda, como por el hecho de que, aún así, él, ya se ha percatado de algo que ella no ha notado. Como asesino clandestino que fue en el bajo mundo, y ahora, asesino profesional que es con el entrenamiento de los paladines; para el azabache es fácil reconocer a otro asesino. Y el titubeo hace unos momentos de la joven, le han dicho ya todo. Un verdadero homicida no duda cuando tiene a su objetivo tan cerca, y menos aún vulnerable. No le ha "salvado la vida" por bondad, o por lineamientos morales. En esos momentos al esparvus le conviene tomar la mejor opción para seguir con vida.**
-Justo en ese momento en que disponía a tomar su vida fue que algo le impidió hacerlo y ahora mas que le ha salvado la vida, lo observa con seriedad y le pregunta-...¿por que?....-se pregunta por que la salvo si no la conoce, si antes tenia dudas en si salvarle la vida o matarlo, ahora era claro que debía hacer, entonces colocando su mano sobre su herida comienza a sanarlo usando todo su poder-
**La guiverno Serveere se mantiene expectante, por unos momentos a aquella persona que llega junto a su jinete, quien apenas lo nota, debido a que la herida cada vez más lo deja en la inconsciencia. Aún así, alcanza la suficiente lucidez para musitar.** Vamos... hazlo. **Se mantiene expectante a lo que la joven hará. Sin embargo, algo lo sorprende cuando comienza a notar que la sangre está coagulando. Sin embargo, algo lo hace reaccionar, y es la misma Serveere que ya se disponía a arrancar la cabeza de la chica, de una sola mordida, algo que no le tomaría nada, de no ser por la orden de su jinete.** ¡Alto, Serveere! **Y es así que la bestia alada, siempre leal a su jinete, se detiene antes de hacer algo.**
Shhh - se frustra al verse descubierta y no puede si no escabullirse antes de que la localicen y la apresen, justo antes de que ellos lleguen hasta ella, la joven ángel ya se había escapado robando uno de esos monstruos alados, ya lejos del castillo percibe en el aire olor a sangre y es ese olor el que la lleva hasta su presa.
Una vez ahí frente al ser que debe eliminar, se acerca lo suficiente y cuando lo hace se arrodilla para estar a su altura y prepara el golpe certero no sin antes sacar de su vestimenta una filosa daga con la que pretende darle fin...sin embargo algo simplemente le impide hacerlo, sin saber por que, primero se le queda viendo fijamente y luego empieza a curarlo con sus poderes celestiales-
**Obsidanpalast cuenta con una seguridad rigurosa y, en ocasiones letal. Y no es para menos, siendo aquel el lugar de residencia de su monarca. Y es sin más que dos paladines se acercan, al lugar donde han sentido algo esconderse, justo para hallar aquello, apresarlo, y de ser posible matarlo. Huelga a decir que el cuerpo de paladines, son esparvus, tomados desde el bajo mundo, asesinos, criminales violentos y peligrosos, que resultaron victoriosos de entre los de su calaña, en una competición a muerte; y, superado eso, entrenados bajo un riguroso regimiento que no hizo más que pulir y perfeccionar sus, ya desarrollados dones para quitar la vida de otros.
Mientras tanto, a unos cientos de metros del castillo, el joven Eberhard, ayudado por la guiverno, es que pudo posarse en la hierba, y, en aquellos momentos, con sumo cuidado, a orillas de un pequeño arroyo; se dispone a despojarse de los ropajes superiores, para revisar la gravedad de su herida.**
-Despues de pensarlo bastante decide ir a esperarlo justamente al castillo, consigue la forma de ir a dicho lugar, y cuando consigue llegar se esconde cerca de la entrada para que cuando el llegue tomarlo por sorpresa-
**La guiverno aterriza en un área cercana al castillo, aunque no del todo. A orden de su jineta que, por lo hecho actualmente, lo más probable es que terminarán por ejecutarlo por su atrevimiento. Sin embargo, al girarse sobre el lomo de la bestia alada, con la contundente herida en su abdomen, más las otras, consecuencias del encuentro con el terrible barón, sabe que, de brincar la altura del lomo de la guiverno, al suelo, le dolerá.** Mierda... **Resopla, mientras se decide, si brincar o no al suelo, arriesgándose a emporar la sangrante herida.**
-Al ser una asesina respetable se tomo su tiempo de investigar y espiar a su victima antes de hacer el intento de atacarla por si había la posibilidad de que se escapara y le perdiera el rastro, saber como volver a encontrarlo, por lo que se pone a pensar cual seria su siguiente paso para saber hacia donde dirigirse para encontrarlo-
