KnightArtorias

He consultado a Ornstein y Gough, pero estan ocupados con otras misiones. Además no servirian si tenemos que buscarlos, llaman mucho la atención.

Ya lo hice, pero no saben que hacer. Estan desesperados. Probablemente nos manden a nosotros.

No he obtenido respuesta aún, y cada vez es más dificil encontrarlos.

Hubo una ocasión donde en su propia cabeza había una corona. Qué tiempos de comodidades, donde le traían todo lo que necesitaba, donde todos los días estaban llenos de riqueza... Hasta que pasó lo de siempre. En realidad, ya había aprendido a calcular el tiempo cuando cada nuevo invento de vida llegaba a su fin, y había que mudarse otra vez.

Así fue desde que nació, en una caravana de personas que al parecer contaban con el mismo destino. Hubo una pequeña educación al respecto, si, pero nada que la preparara para cuando todos fueron cazados y obligados a tomar su propio camino por seguridad. Al parecer ya existía el precedente de una vieja leyenda en la cual algunos estaban interesados.

Cubrió muchos papeles en el trayecto de su escape. Fue criada, reina, pastora, incluso llegó a ser esposa de algunos, aunque nunca logró concebir un hijo. La vida eterna no permitía crearla, sólo vivirla.

Y ahora era una tabernera, sirviendo tarros de cerveza amarga a los clientes más ebrios a cambio del pago por una correcta. Ni siquiera se daban cuenta ya. No podía esperar a que llegara la hora de su descanso, y cuando llegó su relevo salió respirando a profundidad, limpiándose el sudor de la frente con la manga del vestido. Incluso ella olía tan mal como el lugar ahora. Se tumbó en un pedazo de tronco talado a las afueras, cuando notó que estaba cerca de un ser.

Ahí comenzó todo. Ella podía sentir a las personas que como ella no encajaban en esos sitios. Era un aura, una tensión en el ambiente que le entumía el cuerpo. Sonrió de lado con un poco de cinismo, quizás le había llegado la hora, quién sabe.

- ¿Qué pasa? ¿El ambiente no es lo suficientemente bueno ahí dentro? -