-Sabía que no le iba a dejar marca, el vampiro era demasiado fuerte como para que Kiria pudiera causarle algun daño así fuera queriendo extraer placer del vampiro. Los masajes en sus nalgas los recibe gustoso, comenzando finalmente a gemir, deteniendo sus acciones para pasar a sentarse nuevamente, erecta su espalda para poder ver a Cain desde arriba. Se veía demasiado bien estando debajo de el, cosa que saca una suave sonrisa de su parte, bajando a apoderarse de aquellos labios que tanto deseaba, abrazandose a su cuello y atrayendolo para que pasara el vampiro a una posicion sentada-