« Back to Album · Next »
Newest First | Oldest First
Aprovechó la cercanía para susurrarle también terribles secretos—. Tal vez aprenda algún hechizo para que no se te congelen las orejas... —se atrevió a mentirle nuevamente, además agregó—. Y sí, de esas musculosas que te defienden a hachazos jejeje —sabía que se la estaba metiendo en el bolsillo, al parecer el viaje al genérico reino de hielo era un hecho.
—Amo los tesoros, y amo saquear, pero...!!!— Seguía en su berrinche, en verdad no soportaba el frío, acostumbrada a estar siempre en ambientes cálidos. —¿No tendrás en tu aberrante repertorio algún hechizo que me haga estar calentita durante todo el recorrido? Eso o no querrás que lleve encendida todo el tiempo mi increíble magia de fuego.— Descontrolada hubiese sido una mejor definición. Se acercó a él, como si fuese a decir un secreto. —Hehe... grandotas, para que me alcancen la hidromiel.— Oh no. La estaba convenciendo.
— Tesoros, ¿tienes idea de la cantidad de cosas que la gente deja congelada? A nadie le gusta el frío, por eso hay más cosas que saquear... Además, las mujeres guerreras de las tribu de hielo están buenisimas, je.
—¡Quizás no tenemos verdadero hogar, pero lo que si tendremos es un frío de mierda! No pienso congelarme hasta la muerte en el clásico ambiente invernal. Además... ¿Qué hay tan interesante que podamos obtener en un paraje así de desolado? ¿Hielo?
— Claro que tenemos que ir. Habremos nacido en algún lado, pero hasta donde yo se, no tenemos verdadero hogar, además, es divertido variar los paisajes.
—¿En serio tenemos que ir? Odio el frío...
—¿ Disfrutando del calor antes de irnos al "típico reino de hielo"?

Add a comment...
 
Send Comment