« Back to Album · Next »
This page is a permanent link to the comment below. See all comments »
Se permitió imaginar a una Kayley chiquita. Esta no era tan diferente a como en el presente, solo que su temeridad era justificada por la estupidez propia de la edad y no aquella que es intrínseca a su persona. Llorona, insoportable e increíblemente ridícula con un chongocornio o un par de trenzas, propias de niña malcriada; dicha combinación casi provocó una carcajada, mas logró ahogar esto con un largo trago. Tras tragar, pasó de la desgracia a la gloria, ya que imaginó a la madre de Rayla, dándose libertades libidinosas, claro que esto no le hizo desviarse de la conversación, pero mantuvo una expresión plácida , especialmente al contestarle a la rubia—. Usamos algunas pociones y evitamos problemas que no podemos solucionar, ya sabes —omitió a la responsable de que ambos viviesen, él era igual de imprudente, estaban vivos de milagro—. Los servicios de un sanador son muy caros, no podemos darnos ese lujo —agregó al encogerse de hombros.
Add a comment...