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Bosque Esqueleto. Un peligroso laberinto a las afueras del reino de Caledonia. Se dice que se trata del cuerpo maldito de un gigante guerrero que pereció bajo el poderío del ejército del Rey, y que en su corazón guarda un tesoro desconocido. Nadie que haya entrado al Bosque Esqueleto ha llegado al corazón y pocos han vivido para contar la peligrosa aventura que los bardos narran en sus canciones.

{ Party hard con @Liviet, @Gaikos y @Sahel }
 
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Escuchó la recomendación del Warlock y señaló el mejor lugar por el que podían comenzarse a adentrar en aquél hostil territorio, sin que su emoción le permitiera darse cuenta del peligro.

Pero no caminaron demasiado tiempo sin complicaciones, antes de que su agudo oído escuchara un ruido extraño, y bastante cercano. Les indicó con un gesto que guardaran silencio, algo se acercaba y por el sonido de las pisadas que rompían las hojas secas en el suelo no era ni siquiera humanoide. La semi elfa estaba lista para tomar una de las flechas de su carcaj, mientras la otra mano ya tenía sujeto el arco.

Pero pronto se dieron cuenta de qué se trataba: un majestuoso animal, un unicornio perdido, salió a su encuentro. Kayley hizo un AWWWW muy muy audible antes de dejar caer su arma y dirigirse al animal de mirada asustada.

—¡Miren, un nuevo amigo! ¿Qué te sucedió bebé?— Le preguntó a la criatura mientras se acercaba, acariciando su cabeza.
Aquellos ánimos eran contagiosos, sonreía como un estúpido, alegre de estar compartiendo esa aventura tan cuestionable con ambas; mismo contento al que siente un cazador al saberse victorioso sobre su presa... ¡Claro que no era el caso! Su intención era hacerse rico a expensas de los demás. Sin cambiar la expresión su mirada se halló con la de Liviet, su respuesta a tal interrogante llegó con un leve ladeo de su rostro y un encogimiento de hombros—. Hacia profundo, seguro que lo bueno está ahí.

Aunque fue despreocupado, hizo una rápida seña con los ojos a la de hebras rosadas, le indicó que mirara hacia el costado, donde entre árboles y huesos había un emblema rústico, propio de salvajes inhumanos. Se estaban metiendo en un territorio enemigo, un nido de monstruos organizados que aprovecharon el entorno para hacer una guarida probablemente extensa.

Estos primeros metros fueron tranquilos, pero era obvio que los ocupantes se enteraron de la llegada del grupo.
LivietVorhen · 22-25, F
Conforme se acercaban podía sentir como el ambiente se volvía más y más denso. Cualquier persona con sano juicio habría dado media vuelta pero en el caso de ese trío, había todo menos sanidad. Liviet respiró o intento hacerlo pues la muerte les rodeaba y la energía era demasiado densa a ese punto. No quería imaginar cómo sería más adelante. Inmersa en sus pensamientos dió un respingo al sentir la mano de Kayley tomar la propia por lo que rápido la apartó e hizo aparecer su arma en sus manos. — No bajes la guardia o nuestros cadáveres se sumarán a los demás. — indicó señalando cerca de la maleza restos de un cadáver, huesos que pronto serían polvo.
— ¿Hacia donde debemos dirigirnos? — miró sobre el hombro al albino esperando una respuesta, sujetando firmemente su arma, preparada para disparar apenas fuera necesario.
El camino había sido laaaargo, y de no ser por la compañía, también le habría parecido bastante aburrido, hacer sonreír a Liviet Vorhen de vez en cuando no era una mala recompensa para un atroz recorrido. Ni siquiera sabía a donde se dirigían, solo escuchó 'tesoros' y respondió que sí. Pero al llegar, al sentir esa 'mala vibra' proveniente de ese lugar, y la pequeña pero aterradora anécdota de Gaikokujin, una gran sonrisa se dibujó en sus labios.

—¡SIIII!!!!— Dio un saltito. —¡A saquear muertos!— Aquélla actividad a la que su compañero le había arrastrado en más de una ocasión ahora era un gusto culposo. —Pero esta vez yo les parto el cráneo. ¡Vamos Livi!— Quizás era la emoción o escuchaba lo que quería escuchar, tomó a la maga de la mano, para comenzar a arrastrarla bosque adentro.
— Bueno, ¡aquí es dónde desapareció mi grupo anterior! —antes de expresarse con inoportunos ánimos se adelantó unos pasos para enseñar el comienzo fr una densa y tétrica arboleda sin camino alguno —. Con nuestras habilidades combinadas podremos saquearlos y de paso llevarnos algo de aquí —aparentemente ignorante aclaró, queriendo dar ánimos a las otras dos, a pesar de ser un sitio cuyo follaje impide la luz del sol, además de mostrar una preocupante soledad tanto en su interior como en los alrededores. Sitio peligroso, una mezcla entre árboles y gigantescas estructuras óseas, así como también piezas de aleación metálica oxidada que sirve como hogar de quién sabe que criaturas. Se notaba esa atmósfera pesada, producto de un aire viciado, como también de residuos sobrenaturales relacionados al enorme cadáver en el que se iban a meter.

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