—Su mirada indiferente fijó su atención momentánea hacia la pequeña viajera, pues había optado por ignorar completamente a Kaeya, como solía hacer salvo para situaciones específicas.—
Paimon, no habrá alcohol ni para ti ni para nuestra estimada caballero honorario. ¿Entendido? Si desean algo de tomar pueden pasar al Obsequio del Ángel, cualquier tipo de jugo corre por mi cortesía.
Mientras tanto, yo me ocuparé de esto...
—Expresó ocultando la botella de vino recién incautada de aquel hombre con quien usualmente parecía tener diferencias, aunque detrás de ello, aunque no lo admitiese, había algo de “confianza”.—
Estaré atendiendo esta noche, así que están invitadas.
—Y entonces fue que optó por mirar al caballero peliazul.—
Si osas aparecer, cada gota que bebas tendrá su precio, mi cortesía no se ve extendida para ti.
— No creo que Kaeya sea una mala persona, sólo es... Peculiar. — Decía en respuesta a aquel consejo; aunque no pudo evitar recordar cierta supuesta espada del abuelo del peliazul. Esta memoria le hacia confirmar más su opinión acerca del joven. Al percatarse de que la botella de vino estaba ya fuera de su alcance, volteo con su acompañante y le dirigió unas palabras. — Te dije que no íbamos a poder, Paimon. Yo estoy bien con los jugos. — La pequeña de cabello blanco no pudo evitar soltar una risita nerviosa mientras se ocultaba tras la viajera al verse descubierta.
@Dɪʟᴜᴄ Rᴀɢɴᴠɪɴᴅʀ: —¿Habrá algún momento donde dejes de repetirmelo siempre? Parece que incluso descansar me hace un incompeten... ¡Oye!
Levantó la voz un momento en el que su preciosa botella de vino desapareció, ese que saboreaba con emoción porque, muy apenas, había sido capaz de tomar un pequeño sorbo. Curvó los labios, en desapruebo total, pero terminó levantando los hombros junto con un largo suspiro que resumió su, temporal, resignación.
— Deberías aprender a relajarte un poco, solo estaba bromeando... Quizá.
@ Kᴀᴇʏᴀ Aʟʙᴇʀɪᴄʜ: Siempre tan libertino, es precisamente este tipo de actitud en los Caballeros de Favonius son tan incompetentes. Realmente se salvan que tienen a Jean, sin ella se habrían desmoronado hace mucho tiempo.
La experiencia la conocerá cuando sea mayor de edad y si así lo desea, por lo que no le darás a beber vino y mucho menos del mío.
—Confiscó la botella de vino en manos de Kaeya, resguardándola al colocarla. Entre sus brazos cruzados, la cual era casi su perpetua postura, acompañada de su rostro indiferente.—
@Lumine 荧: Si un buen consejo te puedo dar, es no seguirle el paso a este hombre. Sólo te llevará por mal camino.
@Lumine 荧: No existe nada mejor en este mundo que el vino de Mondstadt, pero, al parecer, existen personas que desean privarte de ese gusto; tal vez más tarde pueda invitarte a probarlo, pequeña viajera.
@Dɪʟᴜᴄ Rᴀɢɴᴠɪɴᴅʀ: Ah, jugos, jugos, siempre jugos, deberías dejarla probar aunque sea un poco... Eres demasiado estricto y aburrido; merece conocer esta experiencia.
