La cazadora de Estelaron parecía estar más que acostumbrada al sigilo de su compañero; tal era así, que en ese instante parecía no inmutarse ante los cuestionamientos provenientes del mismo. Manteniendo la mirada fija hacia las luces reflejadas a través de las cortinas, conservando su habitual sonrisa serena y actitud sosegada, cruzo ambas piernas, mientras tambaleaba una de ellas de manera relajada.
— Oh, Bladie... Siempre eres tan impaciente. Tienes que aprender a llevar las cosas con calma, o de lo contrario, podrías afrontar los mismos problemas que Silver Wolf tuvo recientemente. ¿Acaso estás aburrido? Recuerda que apenas estamos comenzando. —