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Amus1532155 · 31-35, M
Notó un cambio de actitud abrupto en su acompañante y le agradó, parece que había dejado por fin de oponer resistencia a la idea de que le ayudara, y eso era bueno, bueno porque quizá podría conocerle más y saber el trasfondo de aquella situación en la que se había metido en primer lugar, tras aquella referencia al conocido cuento, le perdió de vista de un momento a otro, no mostró duda y se arrojó dentro de aquel agujero.

─ Éste tipo esta completamente loco, eso no es un portal normal. ─

Dijo en un tono bajo luego de la partida de su acompañante, miró hacia los costados y sin dudarlo dos veces saltó dentro del mismo. ¿Qué clase de sorpresas le esperarían del otro lado?
[code]Quería negarse. Debía hacerlo, no involucrar a nadie más. Sin embargo, la perspectiva de tener ayuda, y sobre todo amistad, era demasiado tentadora; tanto, que no pudo oponer resistencia, simplemente sonrió antes de asentir. - Vale, entonces abróchate el cinturón, compañero. Estamos a punto de arrojarnos por el agujero de Alicia. - Regresó a su labor, terminando las líneas sobre la tierra húmeda con una rama seca; los símbolos eran imposibles de reconocer, escritos en su idioma natal.

Se puso en pie, y con la mano derecha extendida sobre el trazo, comenzó a murmurar entre dientes; las palabras eran tan rápidas que solo se oía un susurro ininterrumpido saliendo de su boca. Tras unos segundos, el dibujo se iluminó con luz violeta, y el centro del círculo se abrió, revelando una especie de pasaje oscuro, como si una cueva al centro de la Tierra se hubiera abierto en pleno bosque. Volteó a ver a Gadu, sonriendo; y sin decir más, se arrojó al túnel.[/code]
Amus1532155 · 31-35, M
[code]~ ¿Le vas a decir? ~

Pregunta la voz en su cabeza, quien en esa ocasión se encontraba bastante apacible.

~ No, de ninguna manera, sólo si las cosas llegaran a complicarse. ~

Menciona para sí mismo para luego, inmediatamente, responder a la pregunta de su amigo.

─ Iré contigo, Jules, eso ya lo decidí, además, si me topo con esa criatura puede que aprenda cosas interesantes. ¿Cómo iba a desaprovechar una oportunidad de éstas? . ─

Luego de aquello, se detuvo a un metro de éste y se mantuvo a la espera, después de todo, era Jules quien guiaba aquella expedición, ya que parecía tener un rastro mucho más afinado a cerca de la criatura que buscaban. [/code]
[code]Absorto en el trazo del círculo mágico, Jules no se percató de que una segunda presencia había llegado hasta ese lugar, hasta que sintió la mano sobre el hombro. Por lo menos, sabía que no era hostil; de otro modo, la habría sentido de inmediato. Se giró para encarar al recién llegado, con cierta sorpresa en el rostro, y se encontró frente a frente con Gadu; y si bien aquello le preocupó, hubo de admitir que sintió un poco de alegría por verle.

- No debiste haber venido... - Musitó, aún en cuclillas sobre el suelo, regresando a su labor. - Esta será una jornada peligrosa. ¿Seguro de que quieres acompañarme?[/code]
Amus1532155 · 31-35, M
[code]Tres, el número exacto de días que el joven albino esperó para salir en la búsqueda de aquél hombre que así como había llegado en circunstancias tan extrañas a la mitad de un pueblo de cobardes, se había desvanecido sin dejar rastro.

Le fue muy difícil seguir su pista, para ello, tuvo que recurrir a un plano mucho más allá del físico, platicando y debatiendo con aquella entidad que yacía en su interior, investigando en la taberna y golpeando un par de borrachos hasta que escupieran lo que habían visto.

Cuando finalmente "aquello" dentro de él consiguió una pista firme, emprendió un rápido viaje hacia el lugar, sin dudarlo, y al llegar a aquel claro en el bosque y apreciar la situación, decidió simplemente abordar a su camarada por atrás, presionar con cuidado su hombro derecho y dejarse ver por éste lado, acción suficiente para darle a entender que se encontraba listo para acompañarle en lugar de recriminarle por haberse ido.[/code]
[code]Tres días habían pasado desde que Jules llegó a aquel rincón de Nova Terra. Contrario al pronóstico, había logrado reponerse en ese tiempo, cuando le habían diagnosticado una semana entera; discreta y silenciosamente, tras dejar una cantidad generosa de dinero atrás, el varón se había escurrido en medio de la noche, intentando resolver el problema por su cuenta. Sintió una punzada de remordimiento por Gadu, si bien su instinto del deber pudo más que la conciencia.

Tras caminar durante buena parte de la noche, llegó a un claro del bosque envuelto en penumbra. El agua del cenagal lo esperaba, quieta, mientras que la neblina lo rodeaba. Juzgando que sería un rincón suficientemente apartado como para evitar involucrar a alguien, Jules comenzó los preparativos para abrir un portal que, si no lo llevaba de regreso a Londres directamente, al menos lo haría pasar por Malpheas, desde donde podría desandar el camino.[/code]

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