ºº Fue entonces que las voces viajaron, era sabido que ahora La Compañía de la Ciudadela Negra había retornado después de una larga y agotadora, pero victoriosa campaña en el Norte, y era claro que ahora estaban de vuelta al negocio. Mensajes de diversas formas y tamaños dejaron boletines con dicha información haciéndole claro a posibles nuevos y viejos clientes sobre dicho regreso triunfal, lo cuál quizá ayudaría en el currículum de aquellos que retornaban después de un largo tiempo.
Fue en ese instante que los chicos bajaron la cabeza arrepentidos, notándose como el resto de jóvenes guerreros se agruparon cerca de ellos para consolarlos, al tiempo que el pelirrojo de gran tamaño se acercaba a un río que estaba cerca de aquellos campos de entrenamiento, tomando entre sus manos callosas un buen cúmulo de agua para así beber de él y luego mojar su rostro y hebras de cabellos, suspirando un poco. — Estos nuevos reclutas, mmm, me pregunto si yo era igual en su tiempo. —
Sus ojos se movieron hacia la gran y vieja ciudadela, que era como un fuerte con un pequeño pueblo interno, y atrás del fuerte era predominante una torre que parecía sin duda erguirse misteriosa, y era propiedad de su hermano Jarrus. Torre que se decía guardaba cientos de secretos.
