26-30, M
About Me About Me Notes
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AKs1570683 · 22-25, F
¿Nombre? ¿Mi nombre?
El elevar de sus cejas evidenció la sorpresa que embargó su persona. ¿No tenía la menor idea de quién era ella? Era el desliz perfecto para sacar provecho y dar un paso más en ese torcido tablero de ajedrez, donde, cuadro a cuadro, estaba por acercarse a la pieza principal: el príncipe.
Se le quedó viendo por unos segundos, mientras su imaginación formulaba un nombre creíble pero memorable para que la mentira siguiera su camino sin dificultad alguna.
Quitó la resequedad de sus labios, producto de la carrera por el castillo, con un suave repaso de la lengua, y, ahí, de la manera más sencilla, encontró lo que buscaba.
Margaret. Respondió con una sonrisa acaramelada, que pasa por encima de toda vacilación. Tomar la identidad de su hermana, en esos instantes, resultó un factor que jugaba en beneficio propio.
Alice sujetó los costados de su vestido azul e hizo una breve reverencia. El cabello ensortijado de los lados le cubrió parte del rostro, como un velo protector, al momento de quedar agachada.
Mi nombre es Margaret Jones, y soy la nueva aprendiz del sombrerero, Tarrant Hightopp. No escatimó en detalles sobre el resto de su identidad, le fue innecesario.
Luego de enderezarse, mostrándose confiada del personaje “nuevo” que era, continuó.

¿Podría llevarme con el príncipe? El sombrerero es algo estricto con mis ausencias en el taller. No quisiera hacerlo enfurecer. Cuando pierde los estribos, él... es difícil de tratar. A veces grita mucho, o lanza teteras a la pared. Ya sabes... Como la reina. Ahí iba un intento por “conectar” con ese sirviente de la regente; pensó que si mencionaba características de ésa tirana mujer, disfrazadas en otra persona, él desarrollaría cierta empatía y le haría sencilla la tarea. Era un plan perfecto.
El elevar de sus cejas evidenció la sorpresa que embargó su persona. ¿No tenía la menor idea de quién era ella? Era el desliz perfecto para sacar provecho y dar un paso más en ese torcido tablero de ajedrez, donde, cuadro a cuadro, estaba por acercarse a la pieza principal: el príncipe.
Se le quedó viendo por unos segundos, mientras su imaginación formulaba un nombre creíble pero memorable para que la mentira siguiera su camino sin dificultad alguna.
Quitó la resequedad de sus labios, producto de la carrera por el castillo, con un suave repaso de la lengua, y, ahí, de la manera más sencilla, encontró lo que buscaba.
Margaret. Respondió con una sonrisa acaramelada, que pasa por encima de toda vacilación. Tomar la identidad de su hermana, en esos instantes, resultó un factor que jugaba en beneficio propio.
Alice sujetó los costados de su vestido azul e hizo una breve reverencia. El cabello ensortijado de los lados le cubrió parte del rostro, como un velo protector, al momento de quedar agachada.
Mi nombre es Margaret Jones, y soy la nueva aprendiz del sombrerero, Tarrant Hightopp. No escatimó en detalles sobre el resto de su identidad, le fue innecesario.
Luego de enderezarse, mostrándose confiada del personaje “nuevo” que era, continuó.

¿Podría llevarme con el príncipe? El sombrerero es algo estricto con mis ausencias en el taller. No quisiera hacerlo enfurecer. Cuando pierde los estribos, él... es difícil de tratar. A veces grita mucho, o lanza teteras a la pared. Ya sabes... Como la reina. Ahí iba un intento por “conectar” con ese sirviente de la regente; pensó que si mencionaba características de ésa tirana mujer, disfrazadas en otra persona, él desarrollaría cierta empatía y le haría sencilla la tarea. Era un plan perfecto.