Jacques1567581

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PASSEZ LE MOT, FRÈRE!

ANARCHIE ET VANDALISME.


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Todo esto se remonta a la detención por parte de la policía de un joven de dieciocho años apodado "El Amoroso", miembro de la banda de Les Aristos. Durante los interrogatorios el rufián se jactó con arrogancia de los diversos delitos cometidos llegando a exasperar al inspector encargado del caso que llegó a exclamar: “¡Os comportáis como apaches!”. Tanto gusto a “El Amoroso” el apelativo que no dudó en afirmar: “Eso es, apaches”.


A medida que la alta sociedad se aburrió, muchos de estos pandilleros encontraron un buen dinero en la contratación de sus servicios de baile para las mujeres aburridas aristócratas. Mientras mas sangriento fuera en la vida real el Apache, más dinero se le pagaba como pareja de baile.


Nombre: Jacques
Naturaleza: Rebelde
Conducta: Anarca
Concepto: Criatura de la Noche
Gremio: Les Apaches
Generación: Séptima
Fuerza de Voluntad: 08 - Firme
Conciencia: 02 - Normal
Coraje: 04 - Valeroso
Autocontrol: 04 - Intuitivo
Humanidad: 05 - Distante.


A comienzos del siglo veinte, justo cuando despuntaba el nuevo siglo, Francia vivía presa del pánico. La causa: un «ejército del crimen» surgido en los bajos fondos: «Tenemos en París una tribu de apaches para los que la parte alta del barrio de Ménilmontant son las montañas Rocosas —aseguró el periódico Le Matin—, pueblo seminómada de jóvenes sin familia, sin trabajo conocido, que constituye lo que en la prefectura de policía se conoce como el ejército del crimen».

Odiaban a la policía, no dudando en ajusticiar a soplones y colaboradores, y protagonizaron batallas campales en el centro de París (la prensa, quizá exagerando su número, habló de treinta mil apaches).

Apartados de algunos barrios de París, donde extendieron su dominio y propagaron el terror. También dominaron la noche: crearon una «danza apache» y lucieron un aspecto inconfundible a medio camino entre el dandismo y el hampa.


Aspecto: De felinos rasgos el joven no parece aparentar más lejano a la veintena media, de piel pálida y de leonina naturaleza sus cabellos coronan en rizos de castaño color. Su altura es de un metro con ochenta centímetros, de delgada contextura más no por eso menos atlética a la vista que fácilmente le confunden con un bailarín o deportista de noble alcurnia de no ser por su siempre alianza con el callejeo. Hombros robustos, fornida fisionomía.

Encantador diablillo de ojos amarillos, inextinguibles y sobrehumanos que dan alusión al uso de lentillas que en la oscuridad brotan; su nariz es dotada de anchura e imperfecta ante los márgenes respingados del común, es una nariz elevada más glacial dotada de abultada personalidad. Siempre con la frente en alto, pómulos extraordinariamente altos, de boca hermosa y sensual no desfigurada por la cercanía a la eterna muerte.

Su musculatura es marcada, más enseña todavía viejos tatuajes borroneados que carecen de figura autentica en los brazos y en la zona estomacal. Cicatrices cual rayas del tigre pueden ser encontradas si se busca bien, negadas a desaparecer.
Presencia coqueta, misteriosa como la noche misma. En todo momento etéreo, incapaz de escapar de esa aura sobrenatural que tiene. Amante del hablar poético, tragicómico y salvaje propio del artista callejero y marginal. Voz encantadora en idiomas romance.

Personalidad: Depravado, egoísta e inhumano por excelencia. Sin embargo Jacques es un cumuló de piezas que parecen diferenciarse del típico asesino nocturno; romántico en esencia del caos, de la violencia y todo aquello que parece brindarle el cobijo de la no-vida, aferrado por lo que concebía alguna vez como humano. Pasional, hambriento y voraz de seguir su senda que llevaba en la humanidad. Una senda repleta de sangre, bravura y la Luna misma en el cielo.

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¡PASA LA PALABRA, HERMANO!

ANARQUÍA Y VANDALISMO.