-En un Hospital Psiquiatrico para metahumanos, o personas con poderes especiales trabajan varios especialista en psiquiatrica, ciencia o en genética ya que buscan entre sus pobres y desgraciados pacientes algo que les llame profundamente la atención mientras estudian a sus internados o los torturan para ver el alcance y potencial de sus poderes manifestados que no saben controlar. Siendo una especie de cárcel o mazmorra donde muy pocos han podido escapar.
En una de las habitaciones de dicho establecimiento se encuentra mujer de estatura baja, vestida con vestido negro largo, con mangas, llevando botines del mismo tono. Su cabello oscuro es rizado y está cortado en media melena con flequillo. Sus ojos brillantes son marrones cuya mirada suele ser hostil, profundo y un tanto desquiciada dirian algunos, cómo si aquella chica fuese muy oscura, triste y rara, demasiado rara para el promedio común.
Jane mejor conocida cómo Crazy Jane es una superheroína muy poco conocida que pertenece al equipo de la Doom Patrol, un grupo de superheroes marginados con poderes que jamás pidieron. Jane es una metahumana con 64 personalidades diferentes dentro de su mente, cada una de ellas tiene su poder especial mientras que la propia Jane, no. Aquello la hace ser una persona inestable que es considera loca o más bien, que estuviera poseída siendo la realidad es diferente.
Jane simplemente grita cómo una loca, tratando de liberarse de sus ataduras pero al estar un tanto dopada que sus sentimientos aturdidos no le permiten que pueda una personalidad manifestarse para que vaya en su auxilio, temiendo que pronto vendrá un doctor a hacer de las suyas y experimentar con ella en medio de torturas y más torturas.-
— Una suave sonrisa apareció sobre los labios de la joven hechicera. Sabía claramente la respuesta, a pesar de todo, tenía en cuenta que ambos se importaban. —
Lo sé, John, si soy sincera también me importas bastante, ya sabes... Incluso si no estamos juntos, siempre estaré aquí para lo que necesites.
— Acerca su copa llena a su boca, dándole el primer trago —
Los detalles corrieron a cuenta de mi amiga Zatanna, mas dudo sea un tema de sorpresa. Incluso si la magia no está bajo mi control, reconozco la habilidad y la experiencia cuando la veo.
— Observa como se llena la copa de vino, mientras miraba detenidamente se percató de la etiqueta de este y sonrió suave, era el favorito de la hechicera.
Aún con la mirada fija en la copa, la recibe en su mano, mientras le recibía escuchó el comentario y alzó la mirada hacia el —
John Constantine, ¿estás diciendo que aún te importo a pesar de ... todo?
—La mujer de cabellera dorada se giró inmediatamente que el hombre profería apenas palabras, desaliñado por sobre todo se veía el hombre con esa barba corta, la mujer posó ambas manos en sus propias caderas, ladeando esta ligeramente mientras sus ojos estudiaban todo su perfil, entonces cayó en cuenta, más de los expedientes del enmascarado de Gotham le hicieron caer en ese nuevo visitante—
— Constantine... Oh, Zatanna me habló de ti. Caigo entonces en presentarme, aunque parece que ya de mi presencial conoces nombre, un placer
— Se ríe suavemente al escuchar la acción de John, sabía cómo animarle.
Observa los platos, con la intención de cortar el pastel, la pelinegra dijo unas cuantas palabras al revés, haciendo que él mismo se cortara en pedazos iguales —
Es... reconfortante utilizar la magia para cosas simples, como esto.
— Con los cubiertos dejó un pedazo para cada quien —
—Le cubrió la boca y de nuevo se aseguró que nadie lo escuchara. Al mago no se le daba bien la discreción hizo mucho confiando en él asi que solo suspiro y lo dejó respirar nuevamente, siguió abrazandolo por el hombro — No solo hablo de Kory, Tsk... deberiamos dejar el tema
