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Ante todo pronostico, jamás pensó que la cárcel era un concurso de quien estaba en peores condiciones físicas pero claro, en la película de acción desarrollándose en su cabeza ninguna de las dos eran las protagonistas ideales. No era momento para subestimar sus capacidades ya que eso podría retrasarlas, así que intento pararse para probarle que estaba equivocada sobre su aspecto. Y lo hizo. Claro, su mirada triunfal duró aproximadamente un minuto ya que necesitó el apoyo de la pared para mantenerse en pie...lo que fue suficiente para mantenerse humilde por un rato. Esperaba que la adrenalina fuese suficiente motor para sobrepasar aquella prueba.

—Ophelia. Entonces Jenna...—Intentó mantener una expresión neutral pero al ver la flecha una oleada de confusión navego por su rostro, mas sabiendo que ese momento no era el adecuado para teorizar como aquel objeto había llegado hasta ahí. Se acercó hacia ella para tener mejor visual de la herida y se arrancó una manga de la camisa para customizarla en una venda improvisada. — ¿Vienes seguido por aquí? —Cuestionó con la sola intención de distraerla de lo que estaba por hacer.

Ella no necesitaba mas que una idea con 5% de probabilidades de éxito para lanzarse al vacío sin dudar. Sin previo aviso apartó la punta de las costillas de la joven y presionó la ahora "venda" contra la incisión. Parte uno lista.

Lanzó el supuesto objeto explosivo contra la pequeña ventana que había en la celda, ya que se encontraban en el primer nivel y seria mas sencillo escapar por allí que perderse en los corredores y pasar las puertas de seguridad del interior de la prisión. Al verlo todo hecho pedazos, giró hacia Jenna y le tendió una mano para ayudarla si lo necesitaba; lista para comenzar a correr por su vida. — ¿Vas a quedarte allí para contarle la historia a tus nietos? VAMOS.