[code]─ Es exactamente a lo que me refería con mentirte, no tiene caso se vea por donde se vea ─ asintió complacido y más aún cuando la mujer halagó su buen gusto en la elección del restaurante.
─ No me tomes a mal lo de tu foto de perfil, en realidad me refiero a que no te hace justicia; en persona llamas mucho la atención, sobre todo las miradas masculinas alrededor de nosotros ─ sonreía ocultando aún sus labios detrás de sus manos, pero se notaba la picardía en su mirada tras las oraciones.
Alexander abandonó su posición "misteriosa" solo para levantar la mano un par de segundos. Debido a que era un cliente frecuente, el servicio fue verdaderamente rápido, la camarera llegó en unos instantes.
─ Buena tarde, sr. Cross. ¿En qué podemos servirle hoy? ─ preguntó la muchacha escondiendo las manos detrás de su espalda e inclinando ligeramente su torso en dirección a él, permitiendo así que su escote bastante pronunciado fuese aún más visible.
─ Hoy me apetece probar esa ensalada que me han recomendado tantas veces, ¿cómo se llama? ¡ya recuerdo! Ensalada capresse. También tráeme dos platos con ravioles y dos copas de vino, tinto estará bien ─ respondió el hombre intentando no bajar la mirada en dirección al pronunciado escote, aunque su humanidad le jugó una mala pasada y por un instante bajó la vista y después la posó en su acompañante. ─ Te encantarán los ravioles y la ensalada, te lo aseguro ─ sonrió al culminar la oración.
Tras apuntar en una pequeña libreta el pedido del hombre, la camarera se retiró con una sonrisa en los labios y se fue directo hacia la cocina a pasar la comanda.
─ ¿En qué nos quedamos antes que te invitara a salir? [/code]
[code]Al ver a la mujer que se acercaba a él, se puso de pie para recibirle.
─ ¿Mi foto falsa? ─ le había tomado por sorpresa la oración que la mujer había soltado como si nada. ─ Oh, lo dices por mi cabello seguramente ─ respondió con una sonrisa completa.─ Imagínate si apenas nos conociéramos te engañara con mi apariencia. No estaría en muy buena posición, ¿no?
El hombre se hallaba frente a la mujer y detrás suyo una mesa con una periquera bastante elegante, y a la par dos sillas metálicas con colchones negros; se veían cómodos.
─ Te aseguro que te encantará. No es un sitió común y corriente. Por favor ─ habiendo dicho lo último se movió dejando libre el área para que la mujer pudiera tomar asiento. Así mismo él tomó asiento en la silla frente a ella.
EL hombre de cabellera bicolor colocó los codos sobre la mesa y cubrió parte de su nariz y boca, mientras que sus ojos azules estaban completamente centrados en ella. Aunque no se veía, se podía notar en la expresión de su rostro el interés y una sonriente faceta.
─ Lo tuyo sí que es una sorpresa ─soltó en primera instancia.─ Tú no te pareces en absoluto al avatar que tenías en tu perfil ─complementó. ─ Cuando desees algo de comer, beber o lo que sea, dímelo y llamaré a un camarero. ¿Te apetece algo ahora? ─ preguntó con soltura. [/code]
[code]─ ¡Aquí es! ─ dijo al notar a la mujer a la distancia.
El hombre vestía un elegante chaleco mitad blanco y mitad negro, similar a la combinación de su cabellera y un pantalón de corte italiano negro, a la par de un par de hermosos zapatos de color blanco. Había quedado en verse con una mujer catalogada como "gurú" espiritual (fantasías suyas, porque la mujer ni siquiera le había dicho a qué se dedica). Le había mencionado un restaurante de comida italiana; su favorito en la hermosa y escandalosa ciudad de Atlanta.
El hombre sonreía complacido por la presencia, pues él pensó que le dejaría plantado, ya que apenas se habían conocido por un chat en una página de gente friki [?][/code]
