.-Caminaría con postura rígida, las manos tras la espalda, sin embargo sus pisadas no resonaban, era el caminar silencioso de un depredador experto, quien solo se hace notar por el resto solo si así lo quiere.-

Y yo siempre pensé en que mi hermanita había sido afortunada, ya veo el por que de tu forma de ser, demasiado consentida.

.- si esa había sido una critica, deja escapar un suspiro, se detuvo en seco y rodeo a la menor con su brazo derecho por la cintura, las sombras le tragaban y sin tardar un solo minuto mas estaban en el centro de un palacio, era el lugar que usaba por ahora, en las paredes reinaban pinturas de el, cada una de diferentes épocas, y reinados y en algunas acompañados por la que en esos tiempo fuera su esposa, curioso, que cada una tenia una similitud, eran idénticas, pero dejo de ser retratada en las pinturas que le seguían.-