Lumiel no tenía intenciones de jugarle una "broma" al joven, es más hablaba con toda sinceridad y pesar de no conocer aquel conjuro que recitó su acompañante como un sutil susurro, el devorador pudo escucharlo perfectamente gracias a sus oídos super desarrollados pero decidió ignorar aquello pues ahora eran "socios" — Claro, te contaré todo sobre los Reyes Demonio o por lo menos lo que se de ellos pues no creas que los conozco a la mayoría pero si algunos respondió para después escuchar el relato de Indra aunque bastante suprimido pero informativo mientras caminaban
— Ya veo...de verdad me gustaría ir al reino de Eirween aunque las cosas no anden bien...no hay nada que un buen puño no pueda arreglar dijo con una amplia sonrisa sin dejar de poner la debida atención —Admito que soy más fanático de la magia que de la tecnología, aún así no dejas de ser... interesante para mi y a decir verdad no creo que tus hermanas ni hermanos que mencionas sean más interesantes que tú ¿No? estaban llevando una charla relativamente interesante hasta que a Indra se le cayó un ojo pero Lumiel también se inclinó para levantarlo del suelo aunque antes de que pudiera hacerlo escuchó también las rocas caer y aprovechando que estaba frente al joven le preguntó muy despistadamente y en voz baja — ¿Cuantos son? sabía que eran más de uno y por el olor fuerte que despedían eran hombre bestiales, animales humanoides no muy inteligentes pero fuertes físicamente, feroces y siempre hambrientos —Hoy haremos gala de nuestras habilidades querido compañero, porque estas criaturas han venido a matarnos, no te preocupes, no son muy inteligentes ni muy rápidas así que prepara unos buenos ataques a larga distancia...yo te ayudaré con los que se te escapen
