-Notó en seguida la dureza contra su muslo, ante lo cual sonrió de forma prácticamente imperceptible, ya que sus labios estaban siendo devorados por los de su amante. Con descaro, se frotó contra la pierna del pelirrojo, provocándose así una erección también y cuando esto ocurrió, cambió sutilmente la posición, buscando acomodar ambas durezas una contra otra. A la vez, fue empujando el cuerpo de Máximo contra la pared tras de él, buscando acorralarlo. En todo el trayecto jamás dejó de corresponder al beso, atrapando el labio superior entre los suyos, mordiendo despacio, delineándolos con la lengua-