[code]Fue refugiado por un aroma puro, junto con palabras tanto tiernas como elegantes de la loba. Obvio hizo de lo suyo para posar su palma hacia una de sus piernas, utilizando sus manos esbeltas sobre aquel telar con tal de reflejar pequeñas caricias hacia su trato. —Una mujer hermosa y muy tierna. — Agrego entre líneas, solo para acostarse aún más en su cuerpo. —Te presionas mucho. Ya lo haces muy bien. — Y lo reflejaba con una voz muy tranquila, sosegada y placida. Muy alegre.[/code]
—Por supuesto que sí, después de todo una mujer hermosa te esta atendiendo, ¿no?— Risitas tiernamente entonadas fueron seguidas de una curvatura en sus labios, al verlo tan cómodo creyó por fin entenderlo todo. Se encorvó para alcanzar su mejilla, y le dejó un suave beso seguido de un susurro; —Esta vez lo haré bien, mantente así.—
[code]—... — Se queda quieto, sonriente. Esa honestidad tan característica de la mujer siempre era tan tierno. —Nunca dije que lo hicieras mal. —Acogido, pego más su rostro hacia sus muslos; quería que lo notara, así que hizo una respiración más sonora. —Se siente muy bien aquí. [/code]
Lo ve retorcerse, pero cómo no hace mayor cosa, toma la situación como una oportunidad para volverlo a intentar. —Uhg… esto es más difícil de lo que pensé, se suponía que fuera romántico, que diera una atmósfera acogedora.
