HowlWizard

Nick: Howl

[i]It is a powerful magician.
It has the ability to turn into a winged monster, but if abused that power, man would never

Howl nació en una pequeña aldea como hijo único de una feliz pareja de magos. Sus padres fueron dos excelentes hechiceros, mundialmente reconocidos. Ambos servían al ejército de la corona real, pero se escondían en ese pueblo como unos simples campesinos para no llamar la atención de sus enemigos. La verdad es que les encantaba la vida de campo, y hallaban un enorme placer en hacer las cosas manualmente en vez de utilizar su magia para ayudarse. Así, concibieron a su hijo esperando que él también disfrutara de la vida tranquila que habían planeado para él. Pero Howl estaba destinado a un futuro mucho más prometedor. El día de su nacimiento sus padres vieron en el cielo que su estrella auguraba grandeza, y no tardaron mucho en darse cuenta de que su predicción era correcta. Desde muy temprana edad, el pequeño Howl ya demostraba ser un mago excepcional. Ni bien nacido había enseñado al gato de la familia a obedecerlo. Cuando le daba hipo las cosas solían levitar y cuando reía las flores del jardín cambiaban de colores.
Sus padres comprendieron que debían alimentar su talento natural y cuando por fin tuvo la edad suficiente lo enviaron con su tío, el mago más poderoso de su familia, y éste lo convirtió en su aprendiz. Estudió en el extranjero junto a él, aprendiendo todo lo que debía saber sobre magia blanca y también negra (esto a espaldas de sus padres). Pero mientras el pequeño practicaba su hechicería, en casa había serios problemas. Pese a lo rigurosos que habían sido a la hora de ocultar su identidad, no pudieron esconderse por mucho tiempo de los espías del reino adversario. Como el elemento más poderoso en el ejército de su reino, fueron destruidos por su increíble habilidad mágica. Howl se mantuvo ignorante de esta situación, para que no pudiera entrometerse y resultar herido. Su tío se lo llevó a un lugar apartado, donde no había otros humanos. Le construyó un estudio que protegió mediante un conjuro mágico, para así ocultarlo de la vista de todos. Luego lo dejó allí, alegando que era parte de su entrenamiento valerse por sí mismo haciéndose con lo que la naturaleza podía brindarle y sus propias capacidades mágicas. Con esa excusa, partió dejándolo sólo para enlistarse en el nuevo ejército y así vengar a su hermano y su cuñada. La guerra entre los reinos se desató mientras el joven Howl seguía practicando, sin saber nada de todo lo acontecido. Pasó un año entero antes de que la desaparición de su tío le resultara demasiado extraña. Sus poderes habían incrementado muchísimo en ese corto lapso de tiempo, así que pudo percibir el escudo invisible que lo mantenía apartado del mundo. Llevó a cabo un contra-hechizo y lo deshizo, revelando así la triste realidad: el mundo estaba sumido en el caos. A donde mirara sólo había tanques y aviones de guerra bombardeando a diestro y siniestro, casa en ruinas, pueblos en llamas, cadáveres de personas inocentes. Esa imagen tan repentina le causó un shock emocional. Se desvaneció en el momento que el último bombardero ponía fin a la escaramuza, pero resultó ileso ya que su tío había tomado las precauciones necesarias y lo había cubierto también a él con un escudo protector. Al despertar la guerra había terminado, y él se encontraba en el palacio del rey. La mano derecha de éste, Madame Suliman, lo había encontrado inconsciente en el campo de batalla y lo había recogido. Ella también era maga, la más poderosa del reino, y había podido sentir su enorme poder mágico. Le ofreció quedarse en el castillo y convertirse en su aprendiz. El niño, que se había quedado solo en el mundo, aceptó firmar un contrato con ella que lo obligaba a estar también al servicio del rey. Pasaron los años y Howl se volvió más y más habilidoso, pero también más rebelde e independiente. Llegado a cierta edad, no quiso quedarse más tiempo en el castillo, y le pidió a su mentora que lo dejara salir y conocer el mundo. Tras mucho insistir, ella por fin accedió, pero le recordó que no podría escapar de su deber.


Así, el joven mago emprendió su viaje. Un suceso importante marcó esa decisión, uno que había tenido lugar un tiempo antes de conocer a Madame Suliman. Una noche comenzaron a llover estrellas fugaces. Howl salió al descampado, intrigado pro su brillo y el poder que irradiaban. Entendió de alguna manera, que si lograba atrapar una y hacer un trato con ella, sus poderes se elevarían. Así, con gran esfuerzo, se paró en medio del campo y esperó. Atrapó una al vuelo, y descubrió que resultaba ser un demonio fuego. Su nombre era Calcifer, y prometía prestarse a su servicio a cambio de su corazón. Howl, joven e insensato, aceptó. Calcifer pasó a ser uno con él. Juntos, edificaron un Castillo, hecho de desechos y chatarra. Le dieron la forma de un hogar y pusieron una chimenea en el centro, desde donde el demonio puede controlarlo y permite que se mueva. Así, los dos recorren el mundo, y, escapando de sus tan odiadas obligaciones, fueron a una ciudad alejada, esperando que no lo encontrasen nunca.[/i]