Muchas personas tenían su número de teléfono, algo que hasta entonces no sabía si era bueno o malo. Recibía desde fotografías extrañas a mensajes amenazantes, pero entre todo ese mar había algunos amigos a los que respondería después.
Aún no recibía ninguna alerta sobre otro ser como él, y eso era un alivio. Odiaría tener que marcharse antes de que comenzara el show.
Ordenó una cerveza oscura en tarro y bebió un generoso trago en espera. Notó que algunas personas le miraban en su soledad, gente que se conocían entre ellos a través de sus gustos afines, donde él era un extraño.
Si, espero que no te incomode estar con los mortales abajo. *Se reía con sorna, porque pensó que el ajeno andaba de engreído, pero era común esa diferencia entre los que se embadurnaban en el ambiente de la música el creerse superiores a los demás, pensó que el ajeno estaba en esa transición. Sin más, la banda era un trío de ella en voz y bajo, un sujeto escuálido en las baterias, un ajeno con guitarra destartalada, poco más. Era esperable que no hubiese mucha gente, ya que se trataba de un concierto secreto. Ella se colocó un pasamontañas rojo.*
Arqueó una ceja, él si se consideraba un fan, pero de algo mucho más general. En realidad adoraba a los humanos, y no había ninguno similar al otro.
Primero la siguió por su estatura, por como no le dolía el cuello al mirar hacia abajo a otra mujer, a pesar de solo superar a la pelinegra quizás cinco centímetros. Después vio su rudeza, su música... Si, dejaba de estar aburrido.
— Bien, habrá carne después de la presentación. Estaré con los demás mortales en ese caso. — Aquello se le salió, pero tan casual que no le pareció un problema. Salió hasta encontrarse con las mesas, y se aseguró de tomar una buena.
Tomó su teléfono y revisó algunos mensajes en la pantalla. Paseó el pulgar a través de los mismos un rato.
No me interesa la comida china, si vas a comprar comida que sea una buena carne o chocolate. Poco más. *Revisaba su celular, quería saber si la banda en cuestión tenía algún problema en instalar sus instrumentos y demás. Al parecer no, pero a ella se le antojaba un cigarrillo* Y el termino "fan" es degradante, aunque seas un tanto estúpido, no eres mi fan, solo alguien que se aburre.
Sonrió de lado. Él caminó hacia el telón y espió por un costado de este hacia el recinto. Algunos clientes se veían llegar, y las bebidas iban de aquí para allá, y cuando un mesero pareció pasar muy cerca él retrocedió, volviendo hasta ella.
— ¿Por qué no puedes pedirme cosas normales? Algo como comida china, no lo sé. Intenta usar a tu fan para algo bueno. —
Ya no quedan más, tonto. *Hizo el ademán con su mano, dejándose por esos largos dedos que se inmiscuían en los bolsillos de su propio chaquetón* Déjame en paz, si no me vas a comprar, no mereces nada.
Él suspiró decepcionado; no había encontrado nada. Odiaba ese vicio en ella, en esa interesante humana que de vez en cuando frecuentaba por que simplemente le agradaba el enigma que significaba.
Pero los cigarros acortaban la vida humana, ¿Cómo decirle eso sin sonar extraño o delatar su naturaleza sobrenatural? Así que fingía querer robar para él, y eso hizo.
