tiempo y espacio… aquellos factores son ahora tan poco importantes… al abrir los ojos aquella persona se siente algo desorientada poco a poco enfoca su mirar y el panorama que se encuentra es por demás extraño; una habitación circular rodeada de grandes ventanales, los mosaicos en combinación roji - negra simulan un extraño y siniestro tablero de damas.
En este extraño lugar la decoración es por demás fuera de lo común, grandes anaqueles repletos de peluches y otro tipo de juguetes con una apariencia por demás siniestra que hacen juego con la mezcla de soledad, tristeza e inmensa ira que apesadumbra el lugar.
De extraña e inexplicable forma, aquellos juguetes posan sus ojos sobre la persona recién llegada y exclaman al unísono “Un invitado, un invitado” y tras musitar aquellas palabras sonríen casi diabólicamente haciendo estremecer al recién llegado –justo a tiempo para el té – como un susurro escalofriante aquellas palabras llegan a oídos de la persona abducida y poco a poco se mira aparecer una femenina figura que decide aún quedarse entre la sombras analizando al invitado antes de revelar su verdadera identidad.