Extrovertida, linda, carismática... Shannaro!
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SW-User
El golpe impactó con fiereza en él y sintió como el dolor se extendía por su cráneo. De inmediato llevó sus manos donde lo había recibido para sobarse. Se puso de cuclillas y se autorefugió cómo si con ello lograra protegerse de alguna manera de otro próximo golpe, cuando la pelirrosa se lo proponía podía ser el demonio en persona no podía imaginar cómo hubiese sido si su madre viviera, toda su vida con alguien así… Tragó saliva. Tiritando permaneció hasta que escuchó el tono más afable y apaciguo de su compañera kunoichi fue así cuando decidió descubrirse y miró por encima de sus brazos finalmente al comprobar que ella efectivamente se encontraba más serena el Uzumaki se puso de pie adquiriendo poco a poco un semblante más indiferente.
— ¿Ah? ¿Ceremonia? Yo no estaba enterado-ttebayo. ¡Kakashi-sensei cada vez hace cosas más extrañas! —Soltó a reírse con estruendo, cómo si ya no hubiera cabida de importancia para las chicas que le buscaban, pasó su diestra por su nunca. Así era él, risueño y sacando el lado jocoso a todo. O casi todo. — ¿Tú me ayudarás Sakura-chan? ¿A qué? —Arqueó las cejas, confundido y sin entender bien a qué se refería. Observó a la mujer cómo si la respuesta estuviese en sus ojos jade. No obstante su cerebro no podía carburar ni si quiera digerirlo, no entendía. Era un idiota para notar algo con sorna, solo concebía aquello que fuera directo, pensaba que ella lo sabía; tal vez a veces lo olvidaba. Era de esperarse, el rubio a veces sorprendía con sus pocos actos de madurez, sin embargo un porcentaje mayor de su personalidad era todo lo opuesto.
— ¿Ah? ¿Ceremonia? Yo no estaba enterado-ttebayo. ¡Kakashi-sensei cada vez hace cosas más extrañas! —Soltó a reírse con estruendo, cómo si ya no hubiera cabida de importancia para las chicas que le buscaban, pasó su diestra por su nunca. Así era él, risueño y sacando el lado jocoso a todo. O casi todo. — ¿Tú me ayudarás Sakura-chan? ¿A qué? —Arqueó las cejas, confundido y sin entender bien a qué se refería. Observó a la mujer cómo si la respuesta estuviese en sus ojos jade. No obstante su cerebro no podía carburar ni si quiera digerirlo, no entendía. Era un idiota para notar algo con sorna, solo concebía aquello que fuera directo, pensaba que ella lo sabía; tal vez a veces lo olvidaba. Era de esperarse, el rubio a veces sorprendía con sus pocos actos de madurez, sin embargo un porcentaje mayor de su personalidad era todo lo opuesto.