Extrovertida, linda, carismática... Shannaro!
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SW-User
Abatió sus manos con fiereza y después siseó, elevó su dedo índice hasta sus labios indicándole que bajara la voz. Tomó de la muñeca diestra de la fémina y la jaló con brusquedad atrayéndola hacia su pectoral pues, el joven alcanzó a escuchar a la lejanía las voces de la futura estampida por mujeres de entre quince y veinte años.
Guardó silencio unos minutos, él se encontraba concentrado en el ruido que, afortunadamente disminuyó hasta apaciguar el lugar. Exhaló una bocanada de aire, salvado nuevamente.
Cuando hubo reaccionado, advirtió que tenía rodeada en sus brazos a la pelirrosa. La cercanía era eminente, lo hizo de manera descuidada. ..
¡Vaya pero qué imbécil! Su corazón comenzó a latir en un ritmo desenfrenado, sintió un vuelco en el estómago cómo si hubiesen horadado. La sangre se le subió a la cabeza, probablemente un rubor lo dejó expuesto, ya que, sintió calor evocado por su interior. Sus ojos acuíferos comenzaron a destellar un fulgor cuando observó la cabecilla rosa que pese a la diferencia descomunal de estaturas a él se le seguía haciendo agradable…
¡No Naruto! , reaccionó de inmediato y la alejó ocultando su total vergüenza, cómo si jamás hubiese existido un momento incomodo para él. Se había prometido que desistiría, que su amor ya no sería más para ella; sin embargo sus sentimientos le traicionaban y el palpitar de su desenfrenado pulso pedía lo contrario.
— Lo siento Sakura-chan— sin cuidado se separó bruscamente de ella, mostrando una falsa pero bien fingida indiferencia. Buscó el pretexto para no mirar directamente esos ojos jade, así que decidió elevarlos al cielo tapizado de algodones blancos que en otra ocasión hubiese sido espectacular contemplarlo pero en ese momento se sentía airado, había aparecido ella en una situación desfavorable para el rubio. — Es que me harté de que me sigan-ttebayo. Nunca creí que fuese así de molesto— mecanizado, salieron sus palabras. Elevó su diestra hasta la nuca y rascó de ella mientras una gota resbalaba por su cien, ya no sabía a qué se debía y sinceramente no quería averiguarlo.
Guardó silencio unos minutos, él se encontraba concentrado en el ruido que, afortunadamente disminuyó hasta apaciguar el lugar. Exhaló una bocanada de aire, salvado nuevamente.
Cuando hubo reaccionado, advirtió que tenía rodeada en sus brazos a la pelirrosa. La cercanía era eminente, lo hizo de manera descuidada. ..
¡Vaya pero qué imbécil! Su corazón comenzó a latir en un ritmo desenfrenado, sintió un vuelco en el estómago cómo si hubiesen horadado. La sangre se le subió a la cabeza, probablemente un rubor lo dejó expuesto, ya que, sintió calor evocado por su interior. Sus ojos acuíferos comenzaron a destellar un fulgor cuando observó la cabecilla rosa que pese a la diferencia descomunal de estaturas a él se le seguía haciendo agradable…
¡No Naruto! , reaccionó de inmediato y la alejó ocultando su total vergüenza, cómo si jamás hubiese existido un momento incomodo para él. Se había prometido que desistiría, que su amor ya no sería más para ella; sin embargo sus sentimientos le traicionaban y el palpitar de su desenfrenado pulso pedía lo contrario.
— Lo siento Sakura-chan— sin cuidado se separó bruscamente de ella, mostrando una falsa pero bien fingida indiferencia. Buscó el pretexto para no mirar directamente esos ojos jade, así que decidió elevarlos al cielo tapizado de algodones blancos que en otra ocasión hubiese sido espectacular contemplarlo pero en ese momento se sentía airado, había aparecido ella en una situación desfavorable para el rubio. — Es que me harté de que me sigan-ttebayo. Nunca creí que fuese así de molesto— mecanizado, salieron sus palabras. Elevó su diestra hasta la nuca y rascó de ella mientras una gota resbalaba por su cien, ya no sabía a qué se debía y sinceramente no quería averiguarlo.