22-25, M
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SW-User
—Uno intentando ser romántico contigo y ya me sales con cosas libidinosas , no te negaré que quiero hacerlo si te pones a pensar detenidamente .. —
No miente. Por dentro tiene ganas de desgarrar su piel, quiere destruirlo y hacerlo suyo, despojar esas ropas y marcarlo como nadie antes en su vida pudo haberlo hecho. Siempre ha creído que enamorarse es enseñar la parte más sensible de uno, pero, con Haru siente que enamorarse es más bien blandir una espada y apuñalar las dudas, asesinar todo pensamiento que acarree consigo la inseguridad. No por nada se estaba dejando llevar por esa gran cantidad de besos húmedos, que resuenan en toda la pequeña cabina que lentamente comenzó a bajar. Quiere... quiere hacer cierta cosa que ha estado evitando desde hace tiempo, simplemente sus manos no eran capaces de responderle.
No puede destruir su cuerpo de la forma que el desearía pero al menos puede tentar al destino, pasando la diestra por debajo de la camisa que traía puesta su ahora nuevo novio. El tener en su poder esa piel tan tersa, suave y caliente era como estar tocando el cielo.
Como un tren fuera de control, se interpuso en las piernas del mayor, tomando las manos ajenas con las suyas, entrelazando los dedos y pasando a besar más que sólo sus hermosos labios. Fue en ese instante en donde descubrió que la voz de Mafuyu no era la única que traía la dicha de la inspiración, ya que la de Haruki trae montones de cosas diferentes; como el erotismo y el sentirse amado. El tiempo es límite y quería aprovecharlo lamiendo y devorando su cuello con sigilo.
No miente. Por dentro tiene ganas de desgarrar su piel, quiere destruirlo y hacerlo suyo, despojar esas ropas y marcarlo como nadie antes en su vida pudo haberlo hecho. Siempre ha creído que enamorarse es enseñar la parte más sensible de uno, pero, con Haru siente que enamorarse es más bien blandir una espada y apuñalar las dudas, asesinar todo pensamiento que acarree consigo la inseguridad. No por nada se estaba dejando llevar por esa gran cantidad de besos húmedos, que resuenan en toda la pequeña cabina que lentamente comenzó a bajar. Quiere... quiere hacer cierta cosa que ha estado evitando desde hace tiempo, simplemente sus manos no eran capaces de responderle.
No puede destruir su cuerpo de la forma que el desearía pero al menos puede tentar al destino, pasando la diestra por debajo de la camisa que traía puesta su ahora nuevo novio. El tener en su poder esa piel tan tersa, suave y caliente era como estar tocando el cielo.
Como un tren fuera de control, se interpuso en las piernas del mayor, tomando las manos ajenas con las suyas, entrelazando los dedos y pasando a besar más que sólo sus hermosos labios. Fue en ese instante en donde descubrió que la voz de Mafuyu no era la única que traía la dicha de la inspiración, ya que la de Haruki trae montones de cosas diferentes; como el erotismo y el sentirse amado. El tiempo es límite y quería aprovecharlo lamiendo y devorando su cuello con sigilo.