Luego de que ambos comenzaran una relación solo quedaba decírselo a los chicos, Haruki sabía que no sería un problema pero mientras se preparaban para anunciarlo aprovechaban cualquier momento a solas para estar juntos. Esta vez, ya que habían llegado más temprano que sus compañeros al estudio el mayor no se negó a las demostraciones de afecto de su pareja, esto hasta que la voz del pelinaranja lo perturbo haciéndole retroceder de forma inmediata.

–¡Mafuyu! Esto... ¡No es un secreto! Eh...–

Sus mejillas estaban encendidas mientras trataba de explicarse ante el menor de la forma más clara posible.