–No es que haya hecho algo la verdad. Es bastante inocente, podría decir que es más inocente que Mafuyu aunque de una forma completamente diferente.–

Se pregunto a sí mismo, -meditándolo realmente- si debía decirle que se había desnudado frente a él pero supuso que al final no sería algo que le importara al menor y decidió ahorrarse esa parte. Cuando este cerró la puerta su atención cambio completamente, Akihiko lo hacía sentir como en un mundo aparte de por sí, ahora que estaban a puerta cerrada su imaginación solo podía volar. Era como si ambos pudieran estar dentro de una burbuja donde nadie podía entrar.

–Parece ser un mundo de fantasía con monstruos, magia y dragones. De no haber visto lo que hizo con la espada hubiera pensando que acababa de escapar de un sanatorio. Pero al parecer es real...De cierta forma me da curiosidad, conocer un mundo completamente diferente al nuestro. –