Su rostro se ilumino al ver al rubio, nunca había estado más feliz de verlo, se hizo a un lado, para que pudiera sentarse en la cama también, si es que así lo deseaba. Luego inmediato contesto riendo ligeramente, ya que tampoco podía creer lo mucho que alguien podía hacer ruido.

–Al menos parece que nada lo perturba, ¿no es bueno eso?–

Estaba tomándolo con demasiada tranquilidad, quizá más de la que debería aunque también estaba preocupado por lo que fuera a pasar.

–Me pregunto que hubiera pasado de no haberlo encontrado...lo de las noticias, eso realmente lo hizo de un momento a otro y sin ninguna motivación aparente más que la de presumir un poco. Solo iba a mostrarme la espada y después todo sucedió muy rápido.–

Se había puesto serio mientras hablaba, miro al menor para tranquilizarse.

–Así que esta bien que piense que al menos lo puedo ayudar un poco mientras esta aquí, ¿cierto?–