"Sana los espacios de nuestros nombres, destella, ama, calma en tu seno la espesura de sus noches y hazle el amor al sol, yergue en tu nombre el marfil de tu mirada. La aurora de tu edad, el fin de tu añoranza hecha marioneta de beatitud, de candor, de oración. Clama nuestro nombre entre todos los que existen en tu eternidad, amante inmortal".