Godleng

[code]A tan corta edad, yo era conocido como “La Bendición de Dios” y tenía bajo mi mando a más de 496,000 ángeles.

Todo cambió una noche que presencié la terrible y más alta traición de quien menos lo esperaba, ni Lucifer en su tiempo había manchado tanto el nombre del Ser Supremo.

La gente dirá que el Infierno y la Tierra son los lugares donde yace el mal, pero es mentira.

Las creaturas más malvadas tienen alas blancas.[/code]

░H░I░S░T░O░R░I░A░

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ᴀᴄᴛᴏ ɪ: ᴄʀᴇᴀᴄɪᴏɴ ʏ ᴄᴀɪᴅᴀ

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[code]“La Bendición de Dios”. Considerado uno de los Siete Grandes Arcángeles, poseyó el título de Príncipe del Segundo Cielo. Su misión era abrir los corazones de los humanos a todo lo bueno, como el “Ángel de la Risa” gozaba de ver felicidad.

Nacido en este círculo, siendo muy joven y manteniendo la confianza del Señor, fue de los privilegiados en mudarse a Paradisus para seguir comandando a su ejército y cuidando a las personas desde ahí; entre las responsabilidades de Baraquiel se encontraba el dirigir a los ángeles de la guarda en su auxilio.

Una noche escuchó a su hermano mayor, Miguel, planear una batalla contra las tierras de los exiliados a espaldas de Dios, deseaba aniquilarlas; la Corte Celestial había separado a Siete Tribus en distintas partes del universo por una rebelión que sucedió mucho antes de que él naciera.

Baraquiel fue descubierto antes de poder advertirle a Dios y llevado hacia la masacre de Armelle, uno de los Siete Reinos que había prosperado aceptando la gracia y perdón de su Padre. Horrorizado miró como demonios y humanos eran asesinados, creyendo todo perdido encontró entre el ejército de verdugos ángeles de su guardia que se habían infiltrado para tener pruebas fehacientes de la desobediencia de Miguel. Rescataron y refugiaron a cuanta persona pudieron en otras dimensiones y universos.

La última persona que Baraquiel pudo rescatar fue una niña de seis años, de la que más tarde supo su nombre, Cecile. Después de dejarla en Azarath bajo el cuidado de Raven, regresó solo para encontrar que sus camaradas también habían perecido bajo la espada de Miguel. A él se le mantuvo prisionero en secreto, temiendo que fuera a confesar los pecados a Dios.

El cautiverio fue un martirio hasta que Raven pudo abrir un portal hacia Azarath y pudo reencontrarse con Cecile, el portal era difícil de crear y de mantener por lo que sólo podían verse unas horas todos los días; mismas que bastaron para que Barak quedara completamente embelesado por la niña de ojos claros. Sabiendo que Miguel terminaría por asesinarlo y habiéndose enamorado, regaló una de sus plumas a la niña. Esa fue la última vez que le vio.

Cuando la tragedia de Armelle llegó a los oídos del Supremo, Miguel le usó como chivo expiatorio. Baraquiel rogó por una audiencia con el Altísimo pero este triste y sintiéndose traicionado no le permitió excusarse, decidió un castigo más doloroso que la muerte para un ángel: “Convertirse en un caído.”

Barak fue despojado de sus alas y abandonado a su suerte en el mundo humano. Él, quien había servido siempre bajo gracia y tutela de Dios, ahora renegaba de su vida y su destino; lo que más le enfermaba era no volver a ver Cecile.
Al haber perdido la gracia divina el joven se volvió hacia los placeres materiales y carnales; comenzó a beber, a fumar y también intentó disfrutar su condición de mortal conociendo mujeres, sin embargo ninguna logró llenar el vacío de la niña de cabello rosado.[/code]


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ᴀᴄᴛᴏ ɪɪ: ʙᴜꜱQᴜᴇᴅᴀ ʏ ʀᴇᴇɴᴄᴜᴇɴᴛʀᴏ

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[code]Después de tocar fondo se propuso cazar a su verdugo y obtener el perdón. No estaba seguro si Miguel sería capaz de hacer más cosas a espaldas del Señor, temía incluso por la existencia de este. Formó una legión llamada “La Legión de las Plumas Caídas” y es con ellos ahora con quienes trata de armar el rompecabezas, pues mediante filtraciones supo que Miguel había trabajado junto con otra organización llamada “Las Siete Estacas” para dar el golpe de gracia en Armelle, y muy posiblemente en otros mundos.
Otro dato que confirmó de buena fuente es que Mstislav Nigerrima, el ancestro de Cecile buscaba a su descendiente para absorber sus poderes y hacerla trabajar en la causa.

Baraquiel encontró pistas sólidas en Francia acerca de uno de los miembros de “Las Siete Estacas”, la persona que era la mano derecha de aquel que portaba el pecado de la Ira. Trabajaba de infilitrado como guardaespaldas y sabía que después de una gran celebración que se llevaría acabo en Essoyes, la persona se reuniría con su amo. Durante la celebración un famoso asesino, “El Zorro”, eliminó a su “jefe”. Desesperado y lleno de odio decidió poner fin a quien se interpuso en su camino más de una vez para conseguir información; de alguna forma, las muertes fortuitas del asesino terminaban conectadas y arruinaban su progreso.

Cuando estuvieron por pelear, apareció Cecile apoyando a Roman Akabane, el asesino; ya no era la niña que una vez conoció, se mostraba como una mujer con coraje y sobre todo anhelo por verle. Intentó alejarla y llenarla de miedo para que no defendiera al Zorro y para que le olvidara a él, no quería inmiscuirla de nuevo. Cecile molesta de ser tratada como nada por Barak, estableció un pacto al devolverle su pluma, a costa del desgaste de su energía y vida le devolvería la capacidad de invocar sus alas y usar su magia. Lleno de impotencia Barak huyó y dejó a Cecile con Roman, hablaría con la Legión para que dejaran de seguir al asesino y no encontraran tampoco a la dama.[/code]


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[code]No pudiendo abandonar Francia aún debido a otras misiones, mantuvo vigilada a la señorita hasta otro catastrófico encuentro en París donde ahora parecía que Roman y Cecile habían sido engañados por él y en realidad planeaba eliminarles. Agotada y preocupada por Roman estando herido, tomó la decisión de rechazar la propuesta de irse con Barak, quien deseaba enmendar las cosas.

Con aquellas palabras en mente estaba decidido, desenmascararía a Miguel y acabaría con la “Orden de las Siete Estacas”, en espera de poder reunirse con Cecile una vez más. En espera de poder responder.[/code]