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GilbertHrd · M
—Uno nunca puede ser demasiado precavido. —Explicó, aún con aquella enojosa sonrisa en el rostro. —Si he de ayudarle, espero justa retribución.

No dijo más. Mirándola a los ojos, levantó el cuerpo casi exánime de su víctima, la que aún intentaba recobrar un poco de la vida que se le escapaba lentamente. Sin romper el cruce, volvió a morderla, bebiendo un revigorizante sorbo de sangre antes de llenarse la boca con el líquido, forzándose a resistir la tentación y no tragar; entonces se detuvo, una orden silenciosa mediando entre ambos mientras esperaba.

Pídelo. Ruega por ello.
GilbertHrd · M
Gilbert sonrió. La seguridad de aquella mujer le causó cierta gracia, viéndola retener la dignidad e incluso provocarlo a pesar de la obvia, voraz hambre que la acometía; razón por la que le permitió acercarse tanto e incluso recoger con la lengua el hilillo sangre que intencionalmente había permitido correr por sus comisuras. De hecho, se permitió el atrevimiento de asir con mayor firmeza el talle ajeno, aunque eso implicara tocar la herida de manera más obvia: dolor y placer, estaba seguro, serían una mezcla imposible de resistir para una vampiresa.

—Oh, ¿entonces quiere beber de mi boca? —Susurró, tan cerca que el mero hecho de hablar significó un roce entre ambas bocas; algo que obviamente había buscado con toda intención.

Pero aún podía seguir con aquel juego, demostrando cierta vena sádica que parecía complacerle demasiado. Por ello, se apartó un poco, aún sosteniendo el cuerpo ajeno, pero evitando que aquella mujer pudiese probar más de lo que él tenía para ofrecerle.
ElizabethMiller · 26-30, F
pizca de duda su diestra al rostro de aquel hombre para acercar el propio de forma muy sutil quedando lo suficientemente cerca como para sentir su respiración y el olor de la sangre la estaba "matando" pero podía controlarse un poco más, ella también podía jugar a lo que el azabache proponía, pasó su lengua descaradamente por los labios ajenos hasta la comisura de éstos en donde pudo por fin sentir el sabor de aquel deseado líquido.

—No pierdo mi orgullo al hacer algo que quiero.— En ningún momento perdería.
ElizabethMiller · 26-30, F
Su mirar no pudo evitar quedarse en aquel hilo de sangre que corría por la comisura de los labios ajenos, era realmente un desperdicio y sentía cómo si su boca sintiese demasiada seca y su cuerpo reaccionaba mal ante ello, todo de sí misma quería aunaue sea un poco de aquel líquido rojo carmín.

—¿Comprobar que cumpliré la promesa?... Jamás rompo una, pero entiendo la desconfianza, soy una cualquiera que se acercó de la nada.—

Ciertamente comprendía al chico aunque sí había golpeado su orgullo con sus palabras, ella no poseía ese tipo de habilidad pero conocía de él, por lo que estaba preparada a todo tipo de cosas y mas cuando ella fue la que se acercó estando tan débil como en ese momento. Cerró los ojos por unos segundos mientras podía sentir aquel toque en su cadera y escuchó atenta a sus palabras, al terminar de escucharle se dio media vuelta y pudo notar esa diferencia entre sus estaturas, aunque le ayudaban aquellos tacones de punta que llevaba; la chica dirigió sin ni una
GilbertHrd · M
Su dominio del tiempo le permitió deslizarse tras de la vampiresa sin que ella lo notase, a menos que contara con poderes similares a los suyos; de otro modo, parecería que él simplemente se había teletransportado detrás de ella. Desde esa posición, y aún con la mujer agonizante en brazos, se agachó para hablarle al oído, bajando la voz para hacerla intencionalmente grave, casi seductora.

—Si quiere beber, tendrá que ser de mis labios. —Dijo, mientras posaba la mano en la cadera ajena, subiendo lentamente hacia la herida. —Dígame, ¿qué podrá más: su orgullo, o... La sed?
GilbertHrd · M
Gilbert jamás desperdiciaría una oportunidad de acrecentar su poder o influencia; y tener el agradecimiento y servicios de una de su clase sería una excelente forma de lograrlo. Se detuvo, la pobre mujer aún jadeando entre sus brazos, para mirar con evidente curiosidad —y cierta gracia, pues no le pasó inadvertido que ella parecía querer mostrarse más fuerte de lo que su ofrecimiento revelaba— a la altiva vampiresa, aún con parte de la sangre de su víctima en la boca; de tal modo que al hablar un hilillo del vital líquido corrió por su comisura, desperdiciándose con cada palabra.

Algo que hizo a propósito, por supuesto; quería doblegar a la intrusa un poco más.

—¿Servicios? Suena interesante... Pero creo que debería asegurarme de que cumplira su promesa, si yo hago lo que me pide.
ElizabethMiller · 26-30, F
Ciertamente aquella vista de alguna forma le fascinaba, mas aún aquella mirada tan fría, sentía que podía ser tan pequeña como aquella humana que yacía entre los brazos del vampiro, no pudo evitar relamerse los labios dejando ver sus colmillos aunque no se iba a acercar mucho en ese momento pues sabía que meterse con la presa de otro no era algo que debía de hacer. —No siento piedad, ni pasión, pero lo que sí siento es hambre y eso es algo que no puedo negar por mas que quiera... — Se encontraba más debil de lo que debía admitir, pues al costado derecho de su cintura tenía una herida bastante grande la cuál no podía sanar por completo al no haber bebido nada en todo el día. —Podría ofrecerle un cambio... — Elevó un poco la voz para que le pusiera atención, si bien se sentía pequeña en ese momento, no dejaría que la viese como alguien débil. —Ofrezco mis servicios para usted en cambio de que me deje lo que quede de ella.— Si bien sabía que jugaba con fuego, también tenía claro que neces
GilbertHrd · M
Sin inmutarse, el vampiro bebió, absorbiendo la vida de aquella pobre víctima con toda calma. No obstante, sus ojos inyectados en sangre se dirigieron hacia el origen de la voz que llamó su atención; y, a pesar de lo intenso y cruel del momento, su mirada parecía fría, desprovista de toda emoción.

Apartó sus labios del cuello de su víctima, relamiéndose con descaro. Curioso que incluso tuviese la «delicadeza» de aclararse la garganta, sin dejar caer a la joven casi exánime; aún no había acabado con la vida de ésta, y por ello aún podía oírsele gemir por lo bajo, muy débil.

—¿Disfrutar? Esta mujer es simple sustento. Me alimento de ella para perpetuar mi eternidad. —Dijo, con voz de circunstancias. —La piedad es innecesaria para el ganado. ¿Acaso usted siente pasión, deseo o lástima ante un trozo de carne?
ElizabethMiller · 26-30, F
—Al parecer aún hay vampiros que disfrutan de su existencia matando sin piedad, de cierta forma me parece algo fascinante.— Susurró mas para sus adentros al ver aquella escena, el olor a sangre en aquel lugar era pesado al igual que los gritos de aquella muchacha que el hombre tenía entre sus brazos, había llegado por inercia a aquel sitio, hace bastante que no comía y estaba algo dañada por lo que necesitaba algo para recuperarse.

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