Ladeó la cabeza algo adormilada. Hizo que los besos fueran dados en su mejilla y cerró los ojos intentando volver a dormirse pero no podía.
El mayor estaba bien inquieto y ella medio que resongó por lo baje.
──Aaah ! Ataque de piernas! - derrepente lo pateó y alejó lo suficiente para atraparle la cabeza con sus piernas y dejarlo allí entre estás ahogándose.
──Wajajajaja ! - aunque eso le puede jugar una mala pasada también.

— Mmh~ nunca hay que darse por vencido.. además, tú dijiste que querías que creciesen un poco.- Aunque él adora todo todito de ella. — Así que, por hacerlo no pierdo nada amor.- Está dejándole también algún que otro tierno beso sobre sus mejillas y labios.

──Deja de manosear me ya no me harás crecer más los senos es un caso perdido.- Lo gracioso es que siempre es así de estar quejándose a bromas cada mañana y molestarlo bastante.
La última vez que Merlín se levantó tarde Gehen le mordió una nalga.

— Ahh~ es que me embobo al verte dormir tan placenteramente. Me dan tantas ganas de molestarte.- Y eso termina haciendo cuando cree que es una buena hora para despertarla.