La buena Martina a veces podía ser extraordinariamente razonable, vaya que sí. [?]
Techo, comida, la posibilidad de reponerse de sus heridas y que Gaudy también lo hiciera... Bien, era algo que no podía rechazar. Quizá la princesa de Zoana estuviera algo loca, aquella era una verdad inamovible, sin embargo, seguirla no supondría un problema real, no uno de muerte, al menos. Loca, vengativa, pero no era una asesina a sangre fría. Fue por eso que, simulando bienestar, Rina volvió a ponerse de pie para reunirse con ellos; Belial había huido, tampoco era de extrañarse. Estaba segura de que lo volverían a ver, probablemente en mejores -y más enteras- condiciones.
Al pasar junto a Gaudy, la hechicera le soltó un guiño cómplice y una señal de victoria con sus dedos en V, que bien podrían resumirse en un "Lo hicimos". Habían mil cosas más que quedaban por decir, pero no era el tiempo ni el lugar; por lo pronto, era tiempo de descansar.
Parece que el demonio ha escapado, ya que no lo ve en ningún lado. Quizá ha escapado de su castigo con Rina. El también lo haría si estuviese en su lugar asi que básicamente no tuvo más opción ¡Martina les iba a dar comida y techo! No puede ser mejor elección, caminó a paso firme intentando ignorar el dolor de su cuerpo. El saber que comería es suficiente motivo para mostrar una sonrisa.
Sin embargo es ignorante de lo que sucede entre ellas dos, Gaudy pensó que Martina accedió por buena voluntad. No está viendo que fue realmente bajo amenazas de su amiga [?]
Maldita Rina, siempre poniendo su reino en su contra. Había olvidado por completo el detalle de que era capaz de usar esos poderes tan destructivos. Tendrá que comer una cucharada de su propia medicina pero esto no se acaba aquí ¡Los va a llevar a Zoana pero que quede claro que lo hace porque quiere y no por que esta bajo amenaza!
—¡Andando!—
Gruñó por lo bajo moviendo su capa, algun día esa hechicera de pacotilla iba a tener su merecido.
Rina podía ser ambiciosa, glotona, con toques nada finos de cinismo; pero jamás, ¡jamás!, gorronearía un solo centavo a Martina. No después de oír su risa, no cuando estaba allí sólo para humillarla.
—¡¿Qué crees que haces, Gaudy?! —el reclamo llegó de inmediato, sin embargo, tan pronto como llegó, lo dejó pasar... Estaba cansada, hambrienta y dolorida.
Con un suspiro simplemente se sentó sobre una enorme roca-escombro que halló al paso. Debía recuperarse antes de devolverles los favores a Belial y a la latosa de Martina.
—Esperaré por Sylphiel, Ameria o lo haré yo sola —no había alma sobre la tierra que la moviera de aquella roca—. Y una vez que esté como nueva... —una sonrisa diabólica asomó a sus labios—, le haré una visita... A ZOANA.
Rina y sus ataques querían acabar con ella pero pudo esquivarlo antes de ser tostada
—Así que pides mi ayuda, bueno podría hacerlo pero Rina es la que tiene que hacerlo. Si Rina se acerca y se arrodilla ante mi, le daré mucha comida, y los llevaré a Zoana para poder curarse ¡Hahahahaha! —
Lo que faltaba.. ese demonio les había mentido cruelmente. Gaudy suspiró desganado y se sentó en el suelo, parece que tendrá que adoptar a Belial de compañero ya que el único trabajo que puede ofrecerle es ser guardaespaldas pero siente pena. ¡Si Rina le ha domesticado a golpes no quiere imaginar lo que a el le espera! Pero supone que debe pasar por eso como castigo.
—¡Vamos Rina cálmate o se te va a arrugar el rostro!—
Con mucha confianza se acercó a Martina ya que , necesitaban ayuda y parece que la promesa del demonio era falsa, así que todo lo que les queda es apelar a la buena voluntad de la princesa de Zoana. Apuesta que debajo de ese manto de maldad y envidia hay una buena chica, si [?]
—¡Hehe..! Bueno, ¿podrías ayudarnos? Seguro que te podremos pagar de alguna manera, además Rina y Belial necesitan descansar un momento—
Espera que a su compañera no le moleste que deje su orgullo en un poco de comida.
—¡No puede ser! ¡No otra vez! —se revolvió los cabellos con la energía de un maremoto; ¡ya estaba harta de arriesgar su vida gratuitamente o por un precio absurdo!— ¡¡Trabajarás hasta pagar tu deuda, me oyes!!
Martina, lo que faltaba...
—¡Cállate, tú solo apareces cuando te conviene! —Lanzar una bola de fuego o colapsar de los nervios... No estaba segura de qué ocurriría primero.
No entiende qué está pasando pero Martina se confundió mucho al verles tirados en el suelo , heridos y además con ese demonio haciéndoles compañía. Seguro que hubo un gran enfrentamiento, de otro modo no vería a Rina tan herida.
—¡Hahahahaha! Parece que la poderosa Rina ha sido vencida finalmente. ¿No es así? bueno, no te culparé si quieres mi ayuda, sólo tienes que pedirlo—
Empezó a hacerse el desentendido llevando la única mano que posee ahora a su cabellera. Este reía de una forma bastante entrecortada y por alguna razón se mostraba demasiado nervioso ante los pedidos de ellos. ¿Cómo decirles que eso del botín es...? bueno.
[code]—¡Hohohohohoho!—[/code]
Rió dándose la vuelta.
[code]—¿En qué momento dije que iba a darles un botín? Seguro que están confundidos al respecto.. ♪ —[/code]
Tragó en seco.
NO TIENE UN BOTÍN TAN GRANDE, ¿Es un botín un par de monedas, una estatua y un par de rubíes? pues no.(?)
—¡Por supuesto que he ganado! —su aspecto era terrible, sus heridas de lo peor; aún así había conseguido izar su dignidad. Cruzó los brazos, simulando estar entera, o al menos, emocionalmente entera... Vaya espectáculo lamentable había dado—. La fortuna de la que hablaste y un porcentaje de intereses por los daños ocasionados será suficiente para empezar.
