-Nunca pudo entender porque a Tae le gustaba tanto venir a patear traseros en el metro sobre todo con zapatos de tacón. ¿Era mazoquista o le gustaba que luego el masajeara sus pies si se doblaba el tobillo? Bueno la acompaño porque de todas formas se divertia mucho a con aquella "coneja pateadora".-
-y una tunda de golpes en el rostro, observó de reojo el reloj, Garou no debía tardar mucho más en llegar. Los nudillos rojos de sangre y esa sonrisa divertida, le hacía tan feliz darle ese trato a los acosadores-
Y luego lo vio de reojo, su compañero de tundas.
¡Haaaaai lobo!
-tenia las rodillas sobre el rostro del acosador no lo dejaba respirar-
¡Me adelanté otra vez! -grito saludando desde lejos a Gorou, usando el apodo de lobo por su seguridad-
