-Nunca pudo entender porque a Tae le gustaba tanto venir a patear traseros en el metro sobre todo con zapatos de tacón. ¿Era mazoquista o le gustaba que luego el masajeara sus pies si se doblaba el tobillo? Bueno la acompaño porque de todas formas se divertia mucho a con aquella "coneja pateadora".-
Pfff... -No podía evitar reír al verla y tampoco tenía mayor problema en dejarlos inconscientes de un golpe en el estómago o detrás del cuello. Después de todo ambos eran buenos cazadores.-
¿Sabes que es lo que no es lindo coneja?
-Hablaba con ella mientras golpeaba algunos malea tes antes de que ambos limpiaran la zona la tomó de la muñeca para entrar en en el metro ya que los guardias habían bajado para ver que ocurrió por la pelea que vieron en las cámaras. Ya en el metro antes de ser atrapados la abrazo por la cintura atrayendola contra el y limpiando el rostro de ella de algo de sangre.-
Que ese atuendo es de mis favoritos y lo ensuciaste con sangre de sus maleantes.
-Le hace un puchero antes de darle un golpecito en la frente y bajar en la primera parada que tuvo el metro.-
-se agarro el cabello con una peineta como una diva-
Que ellos están pensando seriamente en golpearme a pesar de ser una chica.
-mientras los estaba distrayendo, con su mano tomó el maletín del acosador y lo usó para lanzarlo al rostro de uno, aprovechando la confusión para jalar el bate de sus manos y una vez con el azotarle el rostro a uno, dos, tres. Era escurridiza, era difícil de atrapar, tantos años de entrenar se veían-
-no dejaba de reír al ver aquella situación incluso saco un cigarrillo y lo encendió para fumar un poco, pero giro al ver aquel grupo enorme de delincuentes alrededor de..30? O eso fue lo que vio aquel azabache-
Creo que haremos lo de la tarjeta después el idiota trajo mucha compañía ¿ Nos divertimos?
-al escuchar el apodo comenzó a reír aún con todo y cubrebocas-
Ya sabes lobo, una vez que tocan mi zona íntima, significa luz verde a la violencia.
-su voz, dulce, linda, cariñosa. Sus nudillos rojos, palpitantando de emoción por molerle el rostro a ese acosador, estaba llevando la justicia se varias chicas que no pudieron defenderse-
Solo un poquito, no tanto como la reputación de este tipo...
-y lo comenzó a manosear, para sacar su cartera y tomarle fotos a su ID, así como tarjetas de crédito y débito-
Oye... pervertido. Subiré tus tarjetas al foro de las chicas que llegaste a abusar. Estarán comprandose cosas en compensación ¿Si? Graci....
-y entonces tipos se acercaron, maleantes, tipos que ganaban dinero por proteger abusadores. Con bates de béisbol, nudilleras y cuchillos.-
-Luego de su entrenamiento del gimnasio salió de esta con un atuendo poco inusual, ya qué este se veía como un total delicuente incluso cuando llegó a la estación miro a los lejos aquel espectáculo que trae estaba haciéndo y no pudo evitar reírse, pero a la vez haciéndo un gran facepalm-
Coneja! Te e dicho que no inicies sin mi eres demasiado agresiva! A veces solo debes golpear en los bajos para noquearlos de una sola vez mírate.
-Noto los nudillos rojos de su compañera incluso se acercó pisando el estómago de aquel acosador sin importancia sujetando suavemente la diestra de esta-
-y una tunda de golpes en el rostro, observó de reojo el reloj, Garou no debía tardar mucho más en llegar. Los nudillos rojos de sangre y esa sonrisa divertida, le hacía tan feliz darle ese trato a los acosadores-
Y luego lo vio de reojo, su compañero de tundas.
¡Haaaaai lobo!
-tenia las rodillas sobre el rostro del acosador no lo dejaba respirar-
¡Me adelanté otra vez! -grito saludando desde lejos a Gorou, usando el apodo de lobo por su seguridad-
¿Meterse en problemas? Obviamente si. Después de ver en un foro a unas chicas hablar sobre un acosador que era muy insistente lo supo, se colocó su uniforme de estudiante, un suéter holgado para disimular sus curvas, un cubrebocas ¡y ya! Claro que pasaba por una estudiante tímida, así que llegó antes que Garou, era obvio que tenía que lucir solitarias, perdida y distraída.
Y ahí estaba, haciendo fila con ella para subirse al tren. Un ligero toque y sintió una mano ajena invadir sus partes íntimas.
Solo unos segundos más y... El tipo había hecho contacto directo.
En ese momento, Hyuna fue de 0 a 100 en segundos, se hizo hacia atrás pegando su espalda al pecho ajeno, jalando su brazo por encima de su hombro. La gente al ver ese forcejeo se alejó y ella en cuestión de segundos estaba arriba del tipo repartiendole golpes al rostro.
¡Vuelve! - un golpe a un ojo- ¡A! -un golpe al otro ojo- ¡Acosar! -y un golpe a la nariz- ¡Te reto a que vuelvas a acosar a una mujer! -
